La falta de suministro de semiconductores a las fábricas de vehículos españolas ha provocado que su producción durante los ocho primeros meses del presente año haya sido un 25,3 % inferior a la registrada en 2019, último ejercicio que se desarrolló con normalidad antes de que se expandiese a nivel global la pandemia de la covid-19.

La Asociación española de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac) ha informado de que entre enero y agosto se fabricaron 1.414.240 unidades, el 25,3 % menos que en el mismo período de 2019. Sin embargo, si la comparativa se hace con los ocho primeros meses de 2020 (en el que durante dos meses y medio las plantas estuvieron cerradas parcialmente por la covid-19), la fabricación ha crecido el 11 %.

La falta de estos semiconductores está provocando auténticos dolores de cabeza para concesionarios y también compradores, que ven como sus nombres se quedan registrados en una lista de espera sin fecha prevista para la entrega.

En la actualidad, adquirir un coche de fábrica en muchos concesionarios de nuestro país es una auténtica odisea. Varios compradores han explicado a COPE que, a pesar de haber realizado la reserva hace más de un mes, todavía desconocen la fecha en la que podrán empezar a disfrutar de su nuevo vehículo: “Hice la reserva, previo pago de la señal, hace casi dos meses. En el concesionario fueron francos conmigo y me dijeron que la fecha de entrega podría estar comprendida entre los meses de diciembre y marzo, ya que hay muchas fábricas en España y en el resto de Europa que ha tenido que cerrar por la falta de estos semiconductores”.

Otro problema que nace de esta crisis está relacionado con la entrega de coches usados. En muchas ocasiones, para establecer el precio final de un vehículo nuevo es necesario tasar otro. Esta cuestión se convierte en un problema, tanto para concesionarios como para compradores, si el coche tiene que seguir en circulación hasta la entrega del nuevo: “Mi coche está tasado y con una serie de cláusulas que debo cumplir antes de la entrega. Por ejemplo, la casa me ha dicho que puedo hacer solo 30.000 kilómetros con mi coche actual para conseguir el dinero pactado. El problema se produce cuando no hay fecha de entrega por parte de los concesionarios. Cuestión que puede derivar en futuras renegociaciones y por tanto pérdida de dinero para el comprador o el vendedor”.

Por último, entre los compradores existe una reclamación común, y es la falta de precisión por parte de las casas a la hora de dar una fecha exacta: “Entendemos que este problema es ajeno a los concesionarios de nuestras ciudades, pero estaría bien que existiera alguna previsión más exacta, sobre todo cuando el coche se convierte en un aliado para trabajar o para desempañar tu rutina diaria”.