El 65 % de las personas receptoras de un trasplante de riñón que ya se han vacunado contra la COVID-19 han logrado la inmunización frente al virus, una cifra más baja que la población general, según el primer estudio sobre la materia, liderado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona.
El ente sanitario destaca este martes en un comunicado que la menor presencia de anticuerpos contra la COVID-19 en pacientes trasplantados encaja con la experiencia previa de otros tipos de vacunas, como, por ejemplo, la de la hepatitis B.
Según los autores del estudio, los factores asociados con la falta de respuesta a la vacuna fueron la diabetes y el hecho de haberse sometido a un tratamiento con inmunoglobulinas antilinfocitarias durante el último año, un fármaco que se usa para prevenir el rechazo del órgano trasplantado.
La investigación también ha detectado que, entre los pacientes inmunizados, más de la mitad logra esta protección mediante la respuesta celular, mientras que menos del 50 % consigue desarrollar anticuerpos contra la COVID-19.
A la hora de explicar el funcionamiento del organismo ante el virus, el doctor y coautor del estudio David Cucchiari equipara los anticuerpos con las unidades de "caballería" de un ejército, mientras que la respuesta celular, según él, "vendría a ser la infantería", es decir, los soldados que combaten a pie.
"Este estudio nos sugiere que hay pacientes que solo se pueden enfrentar a la batalla del virus con una de las dos cosas", constata este médico especializado en nefrología.
En el estudio participaron 148 receptores de riñón o de riñón y páncreas, que fueron evaluados tras recibir la segunda dosis de la vacuna de Moderna.