Rubén Darío García León

"Disfrutarán de una travesía que no se encuentra ni en los catálogos", fue la profecía que hizo el conductor de la guagua que desde la capital tinerfeña trasladó al muelle de Los Cristianos, en el sur de la isla, a un grupo de personas que viajaban a La Palma.

Un viaje a La Palma que este jueves sólo es posible realizar por mar, ya que el viento ha extendido el humo y la ceniza que sale del volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre hasta el punto de que el aeropuerto palmero no es operativo.

Así pues, quienes quieran trasladarse este jueves a La Palma no tienen otro remedio que utilizar los barcos; mañana ya se verá, si bien alguna compañía aérea ya ha anunciado que los vuelos seguirán suspendidos al menos hasta las 13.00 horas del viernes.

Volviendo a la profecía, la lanzó el conductor tras casi una hora al volante y cuando entraba en el muelle de Los Cristianos, a la vez que hacía constar que la temperatura era de 22 grados, que el cielo estaba despejado y no había viento.

Un viaje en el que el conductor estuvo acompañado por trece personas, dos de ellas de la tripulación del ferry que en esos momentos se aproximaba a Tenerife tras salir a primera hora de La Palma, y el resto estaban desperdigadas por la cómoda guagua.

En el muelle de Los Cristianos se unieron quienes se habían trasladado por sus medios, así como quienes lo hacían desde Gran Canaria, con lo que aumentó el número de viajeros del ferry, entre ellos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, bomberos y efectivos de Cruz Roja.

Una vez descendieron del ferry quienes llegaban desde La Palma, los usuarios que se trasladaban a esa isla observaron que la ceniza del volcán les daba la bienvenida desde el suelo del barco, y minutos después la tripulación les recordó la obligatoriedad de tener puesta una mascarilla y que continúa la pandemia de covid-19.

Un viaje tranquilo durante el cual se pierde la cobertura telefónica por un tiempo indeterminado mientras el ferry se aleja de Tenerife para aproximarse a La Palma, donde un volcán ha surgido para cambiar la vida de cientos de personas.

Un volcán cuya lava comenzó a salir en el sistema Cumbre Vieja, en la zona del municipio de El Paso, y que el 28 de este mes comenzó a caer al mar en Tazacorte para formar una fajana, después de arrollar cuanto encontró a su paso, provocando el desalojo de unas 6.000 personas.

Se ha llevado por delante plantaciones agrícolas del valle de Aridane, que forman los municipios de El Paso, Tazacorte y Los Llanos de Aridane, donde también ha arrasado con las conducciones de agua, y por ello se instalan plantas desalinizadoras con las que poder regar los cultivos.

Ahora parece ser que el volcán ha entrado en una nueva fase y durante los dos últimos días ha disminuido la sismicidad, pero ha aumentado el flujo de piroclastos, de ceniza, de humo.

Tras casi dos horas y media de una travesía que no está en los catálogos, el ferry llegó al puerto de Santa Cruz de La Palma, donde los viajeros salieron de forma ordenada de la nave para dispersarse por la isla.