El hospital La Fe de Valencia ha informado del primer nacimiento en su unidad de cuidados intensivos (UCI) de un bebé de una gestante con covid-19, a quien se le tuvo que practicar una cesárea de urgencia por el empeoramiento de su estado y el peligro que corría si era trasladada al paritorio.

La mujer, de 32 años, ingresó de unas 28 semanas de gestación en la UCI del centro hospitalario y requirió de soporte respiratorio no invasivo e invasivo durante unas tres semanas, "hasta que la situación se complicó más y de manera súbita empeoró", relata a EFE la médico adjunta de la UCI del hospital La Fe Paula Ramírez, que atendió a la madre junto a la residente Cristina Maya.

"Aunque había un seguimiento ginecológico, llegó un momento en el que necesitábamos que finalizara el embarazo porque el volumen de la gestación condicionaba la forma de respirar de la madre" y había tratamientos que no se le podían aplicar, señala Ramírez.

El empeoramiento del estado de la mujer llevó al equipo médico a decidir practicarle una cesárea de urgencia en la misma UCI en la que estaba ingresada, ya que en su traslado a paritorio "había riesgo de que falleciera por el camino o por la manipulación", indica.

El pasado 26 de julio, el equipo de Pediatría y el de la UCI organizaron un paritorio y una unidad de neonatos a pie de cama y se le practicó a la mujer una cesárea de urgencia en la que el bebé nació "sin ninguna complicación", recuerda la médico.

El nacimiento del bebé fue acompañado también de una mejoría notable de la madre, a quien se le pudieron practicar tratamientos y cuidados que su estado de embarazo no le permitían, como el cambio de posición para ayudarla a respirar y de medicación.

El bebé, llamado Samir, nació además libre de covid, no precisó intubación y estuvo unos días ingresado en la UCI de neonatos por su nacimiento prematuro.

La madre del pequeño, Rita, recibió el alta hospitalaria hace unas semanas y este martes visitó junto a su familia al equipo médico que la atendió durante su estancia en el hospital para agradecer sus atenciones.

"Volver a reunir a la familia y ver que están todos bien y recuperados es lo que nos da fuerzas para seguir", asegura Ramírez a EFE.

La unidad UCI de La Fe ha atendido, desde el inicio de la pandemia, a ocho mujeres embarazadas, que han superado la enfermedad, y solo una de ellas tuvo que ir al paritorio para que le practicaran una cesárea urgente; el resto ha podido terminar su periodo gestante en sus casas.

Estas mujeres, al igual que Rita, no habían recibido la vacuna porque no habían llegado a la edad según la planificación de la vacunación.

La médico insiste en la necesidad de que las mujeres gestantes se vacunen: "Hay datos que indican que es seguro durante el embarazo y es mucho más arriesgado coger la covid sin estar vacunado".

Asimismo, Ramírez señala que se está haciendo un registro de todos los bebés nacidos de madres enfermas de covid, "y los resultados son buenos" ya que la mayoría no ha desarrollado la enfermedad.