Los servicios sanitarios han trasladado este martes al Hospital Universitario de Ceuta a tres inmigrantes por agotamiento y síntomas de hipotermia, han informado a Efe fuentes sanitarias.
Mientras tanto, en la frontera del Tarajal se han apostado siete camiones militares y decenas de agentes de la Guardia Civil y del Ejército para impedir la nueva llegada de inmigrantes procedentes de Marruecos.
Esa presencia policial y militar en la zona por la que ayer accedieron más de 5.000 inmigrantes ha provocado las protestas, en la parte marroquí de la frontera, de las personas que quieren acceder a Ceuta.
A primera hora de la mañana, los agentes de la Guardia Civil, a quienes un grupo de migrantes han lanzado piedras, han hecho disparos disuasorios al aire, y horas después han lanzado botes de humo para intentar dispersar a los cientos de personas concentradas en la playa marroquí de la frontera.
Medio centenar de inmigrantes, entre ellos diez subsaharianos, están en la orilla de la playa sin poder acceder a Ceuta por la oposición de las fuerzas militares, que les conminan a regresar a Marruecos.
Además, otros doce personas están sobre rocas situadas junto a la playa y son vigilados por los militares desplazados a la zona.
Para llegar a Ceuta por la playa del Tarajal, los inmigrantes recorren a pie unos 350 metros de costa y luego bordean el espigón fronterizo, tras lo cual acceden a la ciudad española andando o bien lanzándose al agua y nadar unos 200 metros.