Con el sol y la edad parece inevitable que nos salgan esas indeseadas manchas oscuras en la piel, tristemente en las zonas más visibles como cara, escote o manos. La hiperpigmentación, provocada por el exceso de melanina, es un problema más común de lo que creemos y una de las preocupaciones más habituales entre las mujeres, sobre todo a la vuelta del verano.

Curiosamente las pieles más oscuras son las más propensas a sufrir este tipo de manchas.

Sus causas son diversas; acné, depilaciones con cera, algunos medicamentos, genética, y por supuesto la exposición prolongada al sol.

Pero ¿cómo evitarlas? Ante todo es muy importante utilizar protección solar durante todo el año -incluso cuando esté nublado- aplicarla unos 30 minutos antes de tomar el sol y por supuesto evitar exponernos entre 10 de la mañana y 4 de la tarde, que es cuando la radiación soalr pega más fuerte.

Además también podemos utilizar cremas específicas que neutralicen y aclaren estas pigmentaciones y de vez en cuando hacerlos un buen peeling que nos ayudará a unificar el tono de nuestra piel. Eso sí, mejor hacerlo por por la noche y nunca antes de tomar el sol.

La alimentación es un gran aliado. En nuestra dierta deberíamos incluir productos ricos en vitamina E, C, carotenoides y licopeno. Son antioxidantes, perfectos para luchar contra el envejecimiento de la piel y protegerla de agresiones externas como el sol. El tomate es uno de estos alimentos, rico en licopeno que contrarresta a los radicales libres. También lo son los pescados como el salmón y las sardinas y las nueces, ricos en Omega 3 y 6.

Para que nuestras tez luzca más uniforme deberíamos beber bastante agua y desde luego no fumar.

No hay que olvidar que las manchas tienen memoria y que aunque nos parezca que han desaparecido, tras la exposición al sol pueden volver salir.