Las labores de búsqueda del operario que el pasado viernes quedó atrapado por una avalancha de nieve mientras limpiaba la carretera de acceso al puerto asturiano de San Isidro, junto a su compañero, que fue rescatado sin vida, prevén reiniciarse este miércoles si se cumplen las previsiones meteorológicas y deja de nevar en la zona.

El rastreo para tratar de localizar al segundo ocupante de la máquina fresadora que fue arrastrada por un alud de nieve mientras limpiaban la calzada de la AS-253, a unos cuatro kilómetros de la cima del puerto, que une Asturias y León a más de 1.500 metros de altitud, está suspendido desde el sábado por la tarde, dado el alto riesgo de que se produzcan nuevas avalanchas.

En esa zona, donde no ha dejado tampoco de nevar en los últimos tres días, la nieve alcanza espesores de hasta cinco metros, un manto nivoso de gran espesor y escasa estabilidad que supone un elevado riesgo de avalanchas.

El operativo desplegado en la zona, integrado por servicios de Emergencias, personal de Infraestructuras, Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME), espera que este día de Reyes se abra una ventana meteorológica y que deje de nevar, momento que aprovecharían para reanudar los trabajos y tratar de despejar la carretera, que permanece cortada desde hace días a partir de la localidad de Cuevas.

Dado que la huella abierta en la calzada el pasado viernes y sábado ha quedado de nuevo cerrada por las nevadas de los últimos días, el dispositivo de búsqueda deberá intentar de nuevo limpiar la vía para poder acceder a la zona del alud.

Fuentes del 112 han señalado que la tarea llevará su tiempo, dada la gran cantidad de nieve que se ha acumulado y por la "máxima precaución" con la que deberán llevarse a cabo los trabajos pues se siguen produciéndo aludes en la zona.

Los operarios que trabajaban con la máquina quitanieves -el fallecido César Fernández, de 53 años, y Virgilio García, de 61- fueron sepultados el 1 de enero por una avalancha de nieve cuando se habían bajado del vehículo para intentar desatascar la chimenea de la fresadora en las proximidades de Riofrío, a cuatro kilómetros de la cima del puerto.

Los trabajadores habían sido enviados a San Isidro para realizar labores ordinarias de mantenimiento de la carretera, que se cerró el jueves al tráfico por las intensas nevadas pese a lo cual al menos dos vehículos -uno de ellos con un bebé a bordo- se habían quedado atrapados en la subida tras refugiarse en algunas de las viseras antialudes de la vía.

Además, el conductor de una furgoneta, que fue el último en ver a los trabajadores de la quitanieves, resultó herido y evacuado a León tras ser arrastrado por el alud cuando se encontraba fuera de su vehículo, que circulaba detrás de la fresadora.

La máquina limpiadora en la que fue viajaban los dos trabajadores de conservación de carreteras se encontró el sábado partida en varios trozos, a más de 200 metros de la carretera por la que circulaba, a la altura de Riofrío y a unos cuatro kilómetros de la cima del puerto.

La ladera sobre la que siguió deslizándose el alud tras superar la calzada de la carretera es, según los servicios de Emergencia, un área muy extensa para realizar el rastreo y está cubierta por una gran cantidad de nieve de escasa estabilidad, lo que podría generar una nueva avalancha.