“Érase una vez un precioso pueblo llamado Hamelín. En él se respiraba aire puro todo el año puesto que estaba situado en un valle, en plena naturaleza”.

Así comienza la mundialmente conocida fábula de ‘El Flautista de Hamelín’, relatada por los Hermanos Grimn, autores famosos por historias como ‘Caperucita Roja’, ‘La Cenicienta’ o ‘Hansel y Gretel’.

Todas ellas, fábulas que se han adaptado a la gran pantalla pero con curiosas -y en algunos casos macabras- historias detrás. ‘El flautista de Hamelín’ no podía ser menos. La fábula relata un momento en el que la ciudad de Hamelín, en Alemania, se vio infestada de ratas. Así fue como un desconocido llegó a la ciudad para librar a los ciudadanos de esta plaga.

Lo consiguió a través de la música que él mismo emitía con su flauta. Así fue cómo, en fila, las ratas abandonaron la ciudad. Sin embargo, los ciudadanos se negaron a pagarle su recompensa y el flautista, a modo de venganza, tocó de nuevo su flauta pero en lugar de ratas, fueron ciento treinta niños los que siguieron su música.

Ciento treinta niños que no volvieron a ser vistos.

¿Podría ser cierta la fábula?

El final de la fábula de los Hermanos Grimn representa, en el fondo, al flautista como un secuestrador de niños. Una historia que podrían haber transformado en arte, pero que podría ser un incidente histórico que realmente sucedió.

Tal y como recoge un artículo que forma parte de una serie deBBC Travel, hay pistas se encuentran alrededor de toda la ciudad. Uno de los ejemplos es una placa en la fachada de piedra de la casa del flautista, una residencia privada que data del año 1602. La inscripción reza:

“El 26 de junio de 1284, el día de San Juan y San Pablo, 130 niños nacidos en Hamelín, fueron sacados de la ciudad por un flautista vestido con ropas multicolores. Después de pasar el Calvario cerca de Koppenberg, desaparecieron para siempre”.

Sin embargo no es la única clave que hay en Hamelín. En los registros de la ciudad, datados en 1384, lamentan que “han pasado cien años desde que se fueron nuestros hijos”.

Imágenes del flautista con varios niños fantasmales siguiendo la melodía, escritos, inscripciones y libros. Todos ellos hacen referencia a una historia similar: 130 niños que desaparecieron en junio de 1284 mientras seguían a un flautista hasta un lugar llamado Calvary o Koppen.

¿Qué pudo pasar con los menores?

Hay muchas teorías entorno a lo que pudo suceder en la ciudad de Hamelín en el año 1284. Algunos historiadores confían en que este grupo de menores fueron parte de una migración de un grupo de alemanes a Europa del Este provocada por una enorme recesión económica y el flautista actuó como responsable de estas migraciones.

Dentro de este marco, hay otros que creen que podrían haber emigrado a Transilvania. Sin embargo, otros argumentan que los menores podrían haber desaparecido a causa de la peste negra o a la sucesión de pandemias y desastres naturales que tuvieron lugar en la zona por aquella época.

Por otro lado, existen teorías más sangrientas, que reflejan que los niños fueron llamados por el flautista para celebrar unas fiestas de verano cuando un grupo religioso asaltó y masacró al grupo.

Todas estas teorías y leyendas, sean o no sean ciertas, convierten al flautista de la ciudad, no solo en una fábula para los más pequeños, sino también en un auténtico emblema de misterio histórico que solo acoge la ciudad de Hamelín.