Más de 2,5 millones de mujeres en España padecen alguna enfermedad del tracto urinario inferior, como la incontinencia, patología que condiciona severamente su calidad de vida, y que sin embargo se encuentra infradiagnosticada, ya que solo el 30 % de las afectadas consulta con su médico.

Así lo han señalado hoy representantes de once sociedades científicas que han elaborado un documento que servirá de hoja de ruta para el abordaje de los pacientes con síntomas del tracto urinario inferior (STUI), mejorar el diagnóstico y asegurar la adherencia la tratamiento.

El presidente de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), Manel Santiñà, ha explicado durante la presentación del documento que los STUI son enfermedades muy frecuentes en la población y que sin embargo están infradiagnosticadas o con grandes demoras en los diagnósticos.

Las más frecuente en hombres es la hiperplasia benigna de próstata que, según distintos estudios, puede afectar a entre el 40 y el 90 % de los varones de más de 50 años, mientras que en las mujeres las más comunes son la incontinencia urinaria (afecta a entre el 30 y el 40 % de las mayores de 40 años) y la vejiga hiperactiva (al 23,6 %).

Aunque estas patologías no ponen en riesgo la vida de los pacientes, sí afectan, y mucho, a su calidad de vida, hasta el punto de que, en el caso de las mujeres, la incontinencia es percibida como una enfermedad que condiciona más que la diabetes.

Y sin embargo, se trata de una dolencia muy poco diagnosticada, tal y como ha señalado José Medina, de la Asociación Española de Urología (AEU), que ha indicado que en la Comunidad de Madrid sólo 3 de cada 10 pacientes está diagnosticada.

La causa de este infradiagnóstico se explica, entre otras cosas, en los múltiples tabús y estigmas que rodean a la enfermedad y a que muchas mujeres consideran "normal" tener incontinencia a partir de cierta edad o después de haber sido madre, y piensan que tienen que aceptar esta circunstancia.

No obstante, la tardanza a la hora de acudir al médico y recibir un diagnóstico certero condiciona la evolución de la enfermedad que, en ocasiones, requiere finalmente de una cirugía, tal y como ha alertado Medina.

En el caso de los hombres, a pesar de que las cifras de infradiagnóstico son menores debido a las campañas de detección precoz del cáncer de próstata, también pervive la sensación de que se trata de una dolencia vinculada a la edad "y así se asume".

Otro de los grandes retos que los representantes de estas once sociedades científicas quieren abordar son los malos datos sobre adherencia al tratamiento prescrito que, en el caso de la vejiga hiperactiva ronda el 50 %, tal y como ha advertido Santiñà.

En el caso de los hombres, la adherencia al tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata se sitúa en el 40 %.

Para mejorar estas cifras, el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández-Pro, cree que es necesario dedicar más tiempo en las consultas a analizar con los pacientes las pautas de su tratamiento.

Otro de los aspectos que analiza el documento es el papel del médico de familia y, desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Lourdes Martínez-Berganza ha reconocido que los facultativos deberían preguntar directamente a sus pacientes si sufren incontinencia o algún otro síntoma relacionado con el tracto urinario.

También han coincidido en la necesidad de divulgar entre los pacientes la utilidad del "diario miccional", que ofrece al médico muchas pistas sobre cómo modificar hábitos que ayuden a mejorar la calidad de vida de los afectados.