El sentimiento de soledad en España ha doblado su incidencia en los últimos meses a consecuencia de la pandemia, según un informe de la Universidad Pontificia Comillas, que destaca que casi uno de cada tres de los jóvenes manifiesta sentirse solo.

Esta es una de las conclusiones del Informe España 2020, un estudio anual que analiza la realidad socioeconómica, elaborado por la Cátedra José María Martín Patino de la Cultura del Encuentro.

Así explica que antes de la crisis del coronavirus había un 5,2 % de las personas que sentía la soledad de modo grave y ese porcentaje se ha elevado en la pandemia al 11 %, según un estudio propio que se incluye en el capítulo "La Soledad del Siglo XXI".

Hasta un 29 % de la población siente aislamiento social: el 26% leve y el 3% de modo intenso y un 21,1 % de la gente carece de un grupo de amigos.

Además, el sentimiento de soledad es elevado sobre todo entre los jóvenes; se han sentido solos el 14,7 % de los mayores de 60 años, el 18 % de quienes tienen entre 30 y 60 años y el 31 % de los jóvenes menores de 30.

En la presentación del informe, el director de la cátedra y coordinador, Agustín Blanco, ha explicado que la pandemia "ha puesto imagen y voz a otra enfermedad más silenciosa que nos acompaña desde hace años y que no deja de crecer: la soledad".

"En la era de las redes sociales, de la hiperconectividad y de la cercanía, en las ciudades son cada vez más personas los que se sienten solos", ha asegurado Blanco, quien ha destacado que el 90,5 % de la población de Madrid encuestada de Madrid cree que tanto la soledad como el aislamiento están aumentando en la sociedad.

También ha recordado que el 86,1 % piensa que normalmente en la sociedad actual la gente no se preocupa suficientemente por los demás y el 12 % de la población pasa solo todo el día o casi todo el día laboral.

"Las mujeres, los jóvenes y los mayores son los grupos más afectados y una situación precaria como desempleo hace que se incremente el impacto de ese sentimiento", ha aseverado el coordinador de la investigación, quien ha destacado que se ha duplicado la soledad severa.

En otro capítulo, el informe expone que la tasa de pobreza de los ocupados en España es del 13 %, la tercera más alta de la Unión Europea, y subraya el "problema estructural de empleo de baja calidad y escasa remuneración, profundamente enquistado en la realidad laboral española".

Analiza también asuntos como la xenofobia, la vivienda en España o la conciliación laboral.

Sobre este último asunto, revela que solo el 9,7 % de los progenitores ha hecho uso de la reducción de jornada, aunque con diferencias que denotan una gran brecha de género: 19,9 % de las madres, frente a solo el 1,8 % de los padres.

En el análisis de la xenofobia, indica que se agravada por el discurso de partidos populistas que "esgrime los fantasmas de la inmigración y el multiculturalismo, la inseguridad ciudadana o el paro soberanía ante organismos supranacionales y la desilusión por los partidos tradicionales", señala Mercedes Fernández, coautora del capítulo que analiza el racismo.

Los españoles están a favor de que los inmigrantes traigan a sus familias (más del 80 %), que cobren el subsidio de desempleo si se quedan en paro (más del 90 %), que obtengan la nacionalidad (el 75 %), que voten en las elecciones municipales (65 %) y que voten en las elecciones generales (el 58 %).

Asimismo, aunque siete de cada diez considera que los inmigrantes contribuyen al desarrollo económico y el 77 % que los partidos racistas no tendrían aceptación, entre el 50 % y el 70 % ve elevada la percepción de ayudas por parte de los inmigrantes y más del 50 % piensa que abusan de la atención sanitaria, expone el informe.