El ocio educativo contribuye a la "construcción de la identidad y a la adquisición de competencias académicas claves" entre los niños y jóvenes, a la vez que favorece la equidad, según los responsables de las entidades del sector, que han pedido "más reconocimiento social y político" para el tiempo libre educativo, dado lo "delicado" del sector en España.

Así se desprende del informe "El tiempo libre educativo en España: un impulso para la promoción de la infancia y la juventud", elaborado por la Fundació Pere Tarrés por encargo de la federación española de entidades de ocio cristianas Didania y de la entidad sin ánimo de lucro Fundación Promesa, creada por iniciativa de Scouts de Madrid, y cuyos resultados se han presentado este viernes.

Para elaborar el informe se han analizado 66 investigaciones científicas nacionales e internacionales, y las aportaciones de grupos con 22 participantes de Cataluña, Madrid, País Vasco, Castilla León y Comunidad Valenciana, formados por directivos y técnicos de Didania, responsables y coordinadores de entidades de tiempo educativo con más de 5 años de experiencia y monitores jóvenes de 20 a 22 años.

Además, a partir de una definición del tiempo libre educativo, el trabajo ha identificado por primera vez un total de 1.259 entidades dedicadas al ocio educativo distribuidas por toda España, aunque "debe haber 4.000 o 5.000, pero no todas encajan en los parámetros que hemos marcado", ha afirmado uno de los autores del informe, Noel García.

Según el informe, el 89% de las entidades tienen carácter municipal, más del 40% cuenta con más de 150 participantes y las actividades más habituales son los campus de verano, campamentos, acampadas y rutas.

El voluntariado, que es un valor de los jóvenes, se ha convertido en "clave para la supervivencia de las entidades", ya que casi el 40% de ellas cuenta entre 11 y 25 personas voluntarias, han afirmado los autores del estudio.

La directora de la Cátedra Ocio y Discapacidad de la Universidad de Deusto y del Instituto de Estudios de Ocio de Bilbao, Aurora Madariaga Ortuzar, que ha participado en la mesa redonda posterior a la presentación del informe, ha subrayado que "no todo el tiempo libre que se oferta tiene contenido educativo" a la vez que ha recordado que "formar parte de este escenario requiere compromiso de las familias".

Evitar conductas de riesgo y ofrecer oportunidades educativas a todos los niños y jóvenes son algunos de los beneficios que aporta el ocio educativo, ha señalado Aurora Madariaga, que ha reivindicado "mayor profesionalización en el sector", sin renunciar al voluntariado, porque es la esencia de estas instituciones.

En el mismo sentido se ha pronunciado el director de la Fundación por la Acción Social Mar de Niebla y presidente de la Red Europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social, el asturiano Héctor Colunga.

La situación del ocio educativo es "compleja" por lo que es necesario que "forme parte de las agendas públicas", pues si no "estamos en una guerra de David contra Goliat", ha afirmado Colunga, que ha pedido a la administración pública "que se de cuenta del enorme valor de ocio educativo".

Al respecto, y de manera contundente, el director general de la Fundació Pere Tarrés, Josep Oriol Pujol, ha centrado la mejora de la situación del ocio educativo en la iniciativa privada y en la innovación.

En una intervención vía telemática, la directora general de los Derechos de la Infancia y de la Adolescencia, Violeta Assiego, ha pedido a los responsables de las entidades de ocio educativo que "generen entornos seguros para los menores, libres de violencia, abuso y acoso".

Al respecto, Héctor Colunga ha replicado que "nadie es más consciente que nosotros de esta necesidad" a la vez que ha criticado la falta de compromiso del Estado para apoyar la educación no formal". EFE

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