La Ciudad Autónoma de Melilla ha anunciado este jueves nuevas medidas restrictivas para reducir la movilidad de la ciudadanía y evitar, de este modo, que sigan aumentando los contagios de coronavirus en el rebrote que sufre desde hace dos meses, entre ellas, la prohibición de reuniones de más de 10 personas si no son convivientes.

En rueda de prensa, el consejero de Economía y Políticas Sociales, competente en materia de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, ha avanzado otras medidas incluidas en la orden, como el cierre de todas las instalaciones deportivas, que solo podrán utilizar deportistas federados, opositores con pruebas físicas y estudiantes con créditos relacionados con la actividad física.

También ordenará el cierre de parques infantiles, precintará los elementos comunes de los espacios públicos y, para evitar la aglomeración de personas, cerrará varias vías públicas, concretamente el Dique Sur, el paseo de Horcas Coloradas y los Pinos de Rostrogordo, a los que solo se podrá acceder para hacer actividad física y deportiva, al igual que los arenales de las playas por la noche.

Tampoco se podrá acceder con vehículos al polígono industrial por la noche de jueves a domingo, con el fin de evitar botellones y concentraciones de jóvenes.

Salud Pública tendrá que dar autorización expresa a todos los actos que cuenten con una afluencia de entre 150 y 500 personas y reduce el aforo en templos para actos religiosos a un 50 %, mientras que en los establecimientos hosteleros los sitúa en un 80 % en las terrazas y en un 75 % en el interior, eliminando la barra, que solo podrá ser utilizada como mesa.

Estas medidas entrarán en vigor, previsiblemente, en la medianoche de este viernes tras su publicación en el BOME, y tendrán una vigencia de 14 días prorrogables, ha dicho el consejero, que ha hecho un llamamiento a la responsabilidad colectiva y ha aclarado que con ellas "no busca castigar, ni perseguir ni perjudicar" sino paliar la situación epidemiológica actual de Melilla, que es "considerablemente compleja".

En concreto, Melilla registra una incidencia acumulada de 340 casos por cada 100.000 habitantes, un dato que la ciudad "no se puede permitir", ha dicho Mohamed Mohand, según el cual la transmisión del virus en Melilla se está dando en el entorno sociofamiliar, es decir, en fiestas, eventos, cumpleaños y encuentros, que concentran el grueso de los casos positivos detectados.