El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado hoy que se estén produciendo devoluciones en caliente en la frontera hispano-francesa, sino que se trata de "readmisiones" de inmigrantes en situación irregular que intentan pasar a Francia desde España.

Grande-Marlaska ha respondido así al senador de Unidos-Podemos Jose Ramón Arrieta, que ha denunciado devoluciones de inmigrantes en la frontera con Francia "sin seguridad de procedimiento alguno", es decir, "devoluciones en caliente dentro de suelo comunitario".

Arrieta ha criticado que se producen controles sistemáticos de la gendarmería francesa y, "en muchas ocasiones, después de identificar a los inmigrantes, los montan en una furgoneta y los devuelven a España sin pasar por las autoridades españolas".

"Estas devoluciones muestran la debilidad de Schengen", ha afirmado Arrieta, que ha señalado que son los Gobiernos los que controlan las fronteras interiores y se trata de un control basado en el "perfil étnico".

Se trata -a su juicio- de un "desprecio por el principio de legalidad y un establecimiento de políticas de hechos sin procedimiento ni control judicial alguno".

El ministro del Interior ha negado que se estén produciendo devoluciones "en esos términos", sino que se realizan siguiendo el artículo 25 del código de fronteras de Schengen que "posibilita a los Estados a establecer controles en las fronteras interiores por razones de orden público".

Ha reiterado que el Gobierno trabaja por los inmigrantes en situación irregular. "Tratamos de darles cobertura, respetando los derechos de esas personas, pero sabiendo que la vista hay que lanzarla a lo largo" y ha abogado por trabajar "de igual a igual" con los países de origen y de tránsito.

Arrieta, por su parte, ha denunciado que la política de migración de la UE se basa en el blindaje de las fronteras exteriores y la expulsión de los inmigrantes en situación irregular que consiguen entrar en España.

"Creo que deberíamos poner cara a todas las personas migrantes porque son personas a las que se niega un proyecto de vida y se les dice, ustedes son irregulares, están excluidos del régimen de protección europeo, no porque hayan cometido alguna falta, sino porque ustedes mismos son una infracción", ha dicho.

Ha apostado, en cambio, por una política común europea en materia de inmigración que ponga en el centro los derechos humanos, que sea coherente y donde los países del sur de Europa "dejemos de ser los títeres del control fronterizo europeo".