El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) urge en un informe a mejorar la atención sanitaria en las residencias de mayores para lo que hace una serie de propuestas como agilizar la realización de test, contar con medidas de prevención y control y una coordinación con el sistema sanitario.
El informe del CGCOM realizado a través de la Comisión Asesora COVID-19-OMC tiene como objetivo hacer propuestas que mejoren la respuesta en las residencias de mayores y centros sociosanitarios en "el proceso de desescalada de la pandemia y en el escenario post-COVID".
Entre sus conclusiones, el informe subraya que la COVID-19 "ha puesto el foco en un sector sociosanitario erosionado por la crisis; con una estructura de prestación de servicios fundamentalmente concertada y/o privada" y que la crisis económica de la última década ha llevado "en muchos casos" a reducir personal y medios en estos centros.
Considera que son imprescindibles los estudios que evalúen las intervenciones desarrolladas y se investigue sobre la incidencia de la COVID-19, de la mortalidad general en las residencias y de la atribuible al virus en estos centros.
Los médicos sostienen que en España "no cabe señalar una situación de inacción" por parte de las autoridades en cuanto a órdenes y actuaciones, pero destacan que, "por mucha celeridad y presteza con que se trataran de aplicar las mismas, estas no llegaron a tiempo" en aquellos centros donde los primeros casos de contagio se registraron a principios de marzo.
Asimismo, señalan que muchas de las medidas eran "inaplicables" por la falta de test y equipos de protección.
Más allá de las muertes, indica el informe, "apenas hay información de otros elementos relevantes", como el número de residencias afectadas y los casos de contagio de los que viven en ellas o de sus trabajadores.
El informe contempla cinco líneas de mejora.
Por un parte, aboga por un control exhaustivo de acceso a los centros pero facilitando el contacto con los familiares a través de las tecnologías o de sistemas de visita seguros, "evitando en lo posible restringirlas totalmente" y adaptándolas a las situaciones epidemiológicas.
También por el "recribado periódico" de pacientes y de profesionales y que se asegure la realización de test que permitan diagnosticar los casos e identificar los contactos.
Propone la coordinación "constante e inmediata" con el sistema sanitario, que debe realizarse con los servicios de Atención Primaria, con soporte de la Salud Pública y de los hospitales, "estableciendo flujos claros".
En este punto considera "esenciales" los sistemas de información sanitaria "integrados o interoperables" para gestionar la información clínica de los residentes.
Para los médicos son necesarios planes autonómicos con requisitos de personal e infraestructuras, equipos provinciales o territoriales para gestionar la atención sanitaria en residencias, el reforzamiento de la Atención Primaria y la adaptación del hospital y los servicios de urgencia "para una atención más segura, específica y apropiada".