El 43 % de los españoles define la gota como un dolor intenso asociado a malos hábitos de alimentación, no como la enfermedad crónica que es y que se caracteriza por la formación de cristales de urato (sal de ácido úrico) en los tejidos, sobre todo en articulaciones, tendones y ligamentos.

Sólo el 16% la califica como una enfermedad "grave" y solo el 30 % cree que afecta a la calidad de vida y puede producir incapacidad laboral.

Estos son los datos fundamentales del estudio "La percepción de la Gota en España", realizado por Grünenthal y la Liga Reumatológica Española (LIRE), que ha sido presentado hoy que pone de manifiesto la necesidad de una mayor concienciación sobre una de las patologías que más ha aumentado en países industrializados en el último siglo.

Las falsas creencias que rodean a esta enfermedad han quedado de manifiesto en los resultados de este estudio, en el que se revela que un 42 % de la población piensa que la gota es incurable o desconoce si lo es o no, un porcentaje que asciende a más de la mitad entre los españoles de entre 30 y 34 años.

El doctor Enrique Calvo, reumatólogo del Hospital HM Sanchinarro ha reconocido en rueda de prensa que algunos pacientes llegan a la especialidad con un retraso diagnóstico y terapéutico en muchos casos "demasiado tardío y poco conveniente para el enfermo por sus consecuencias y secuelas articulares y en otros órganos y sistemas".

Sin embargo, la gota grave aumenta dos veces el riesgo de mortalidad prematura cuando no está controlada, una cifra que coloca esta patología cerca de la diabetes, que la aumentaría en cuatro veces, y el consumo de tabaco, que lo haría en tres.