Las personas con COVID que están graves ya ocupan más del 65 % del total de camas de UCI en los hospitales de Cataluña, una cifra "preocupante" que se prevé aumente en las dos próximas semanas y que ha obligado a desprogramar actividad quirúrgica y visitas especializadas.

La consellera de Salud, Alba Vergés, y el coordinador de la unidad de seguimiento de la COVID en Cataluña, Jacobo Mendioroz, han explicado este lunes la situación de la pandemia, con 3.038 personas ingresadas en los hospitales, de las que 684 están en la UCI, de un total de 1.044 camas para enfermos graves de toda Cataluña.

También preocupa la confirmación de que unos 60 casos positivos de COVID ya son de la variante británica, que es mucho más contagiosa aunque parece que no más letal.

La pasada semana, el sistema de salud pública catalán había detectado 16 casos de esta variante, según aseguró el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, una cifra que ha pasado a más de 60 en menos de una semana.

Alguno de estos casos detectados de la variante británica se habrían producido sin que el paciente tuviera una vinculación directa con el Reino Unido, por lo que se están haciendo los estudios de contactos para comprobar si ya existe transmisión comunitaria de la misma en Cataluña, ha indicado Mendioroz.

En la última semana en Cataluña se han realizado 374.000 pruebas PCR y test de antígenos rápidos y, en un mes, más de un millón, frente a otras comunidades, como Madrid y Andalucía, que han hecho unas 140.000 semanales y 180.000, respectivamente, ha asegurado la consellera.

La consellera ha admitido que este "altísimo" número de ingresos es "preocupante", por lo que ha pedido de nuevo a los ciudadanos evitar al máximo las interacciones sociales y actuar con precaución, si bien tanto Vergés como Mendioroz han agradecido el comportamiento de la mayoría de la población en el seguimiento de las normas.

Para ayudar a paliar la situación, este lunes ha entrado en funcionamiento el primero de los cinco hospitales satélites de otros tantos grandes centros de Barcelona y su área metropolitana y Lleida, el que está situado al lado del Hospital de Bellvitge, en l'Hospitalet de Llobregat.

Tras el de Bellvitge, entrarán en funcionamiento los adjuntos a los hospitales Germans Trias i Pujol (Badalona), Vall d'Hebron (Barcelona) y Arnau de Vilanova (Lleida) en febrero, y ya en marzo se prevé que lo haga el que se ubicará al lado del Moisès Broggi, en Sant Joan Despí (Barcelona).

Estos centros, que estaban presupuestados en unos 85 millones de euros, "no son Zendal", en referencia al gran hospital Enfermera Isabel Zendal puesto en marcha en Madrid, que ha suscitado numerosas críticas en el ámbito sanitario y político por sus deficiencias.

"Son hospitales anexos a los que ya existen y no se va a obligar a salir de su centro sanitario a los profesionales", ha añadido.