Los primeros móviles para que los presos puedan comunicarse con sus familias han comenzado a llegar este miércoles a las cárceles catalanas y a los centros educativos de justicia juvenil, aparatos que se suman al uso de ordenadores para facilitar las videoconferencias.

La Generalitat ha impulsado un plan para que los presos de las cárceles catalanas puedan comunicarse por videoconferencia con sus familiares mientras dure el estado de alarma, por lo que repartirá de forma urgente 230 teléfonos móviles en los centros penitenciarios.

Según informa el departamento de Justicia, los primeros de estos móviles ya han comenzado a llegar esta mañana a la prisión de Quatre Camins (Barcelona), centro penitenciario convertido en la prueba piloto de este proyecto del Govern.

Estas videoconferencias entre los presos y sus familias sustituyen a los vis a vis y a las visitas por locutorio, que la consellería de Justicia ha suspendido para proteger la salud de los internos y de los funcionarios.

La consellería de Justicia señala que el Whatsapp es la "única herramienta útil y popular" para facilitar el contacto visual entre presos y familias. EFE