Prevén una "presencialidad restringida" en la primera mitad del curso

Las 12 universidades catalanas han garantizado este jueves "el rigor y la calidad docente" durante el curso universitario ante el escenario de excepcionalidad por covid-19 en que habrá un modelo híbrido de docencia presencial y virtual.

Así lo han constatado en una reunión organizada por el Consell Interuniversitari de Cataluña (CIC) --que forman las universidades y la Generalitat--, y se ha acordado incorporar el uso obligatorio de la mascarilla en las aulas en el plan sectorial que fija las condiciones de seguridad en el escenario de presencialidad.

Se enviará una propuesta de ampliación al Procicat para su aprobación que también incorporará un anexo sobre el procedimiento a seguir en caso de rebrote y nuevas fases de desescalada, ha informado la Secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat en un comunicado.

La directora general de Universidades de la Generalitat, Victòria Girona, ha destacado el trabajo conjunto de universidades para mantener la calidad, y ha afirmado que el diseño del curso ha tenido como objetivo que "ningún estudiante lo pierda y hacerlo manteniendo el rigor y la calidad de las titulaciones oficiales".

Las medidas académicas para el curso prevén que, al menos, durante la primera mitad del curso se desarrolle una "presencialidad restringida", con lo que se ha acordado definir un modelo de docencia mixta que combine la presencia en las aulas con entornos no presenciales o virtuales.

El secretario general del CIC, Lluís Baulenas, ha subrayado que el plan aprobado en junio está vigente y que solo será necesario incorporar los cambios relativos a las mascarillas.

Govern y universidades también han acordado incorporar un plan de contingencia en caso de episodios de rebrote o nueva ola pandémica, que incluiría las actuaciones a seguir, así como las fases de desescalada.

Este plan prevé medidas como la distancia física, el uso de mascarilla, la priorización de videoconferencias para evitar desplazamiento, en espacios de uso compartido, de material y equipos de protección, y para los edificios.

Las líneas comunes de adaptación de la docencia recogen, entre otras, que las actividades formativas que se adopten se tienen que aplicar a todo el alumnado de un mismo título por igual para garantizar la equidad.

Las universidades apuesta por los procesos de evaluación continua ya que se considera que este tipo de evaluación ayuda al estudiantado a hacer un proceso de aprendizaje gradual, lo reorienta y lo guía para lograr las competencias.

PRÁCTICAS

Sobre las prácticas externas, se recomienda reprogramar las del último curso académico en periodos no afectados por la pandemia para que el alumnado las pueda realizar en la forma prevista inicialmente.

En las obligatorias para la obtención de la titulación universitaria, se han suscrito acuerdos con los departamentos de Salud y Educación para coordinar al máximo las decisiones respecto al desarrollo de las mismas en centros sanitarios y educativos para "minimizar la afectación" entre el estudiantado.

En el ámbito de la salud, se priorizará el formato presencial en las prácticas de estudiantes de grado, y en caso de falta de capacidad de los centros sanitarios docentes, se analizará la posibilidad de derivarlas a centros del Sistema Sanitari Integral d'Utilització Pública (Siscat); si hay capacidad, se incorporarán a las prácticas los estudiantes de master, doctorado y títulos propios.

En cuanto a las de educación, se hará el habitual sistema de asignación de prácticas teniendo en cuenta las pendientes del curso pasado y es diseñarán según los tres escenarios de normalidad y presencialidad, presencialidad condicionada y confinamiento, en los que se implicará a los estudiantes con prácticas asignadas.

Las universidades han puesto a disposición de los estudiantes los planes de aprendizaje de cada una de las asignaturas, que incluyen información sobre las metodologías docentes y los sistemas de evaluación, y, pese a mantener el calendario previsto de inicio de curso, se tendrán en cuenta las necesidades de los estudiantes que acceden al sistema en la segunda convocatoria de las PAU para que puedan seguir el curso con normalidad.