El 90 por ciento de las agresiones que sufrieron en 2020 los profesionales sanitarios fueron en forma de insultos y amenazas y un tercio vía telemática, según se desprende del Observatorio contra las Agresiones a Sanitarios de la Organización Médica Colegial (OMC) presentado este viernes.

En el Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Sanitarios, y según datos de la OMC, el aumento de las agresiones se ha observado especialmente en la Atención Primaria, con el 52 por ciento de los casos frente al 43 por ciento un año antes, seguido del ámbito hospitalario (17 por ciento), urgencias de Atención Primaria (10 por ciento) y urgencias de hospitales (9 por ciento).

La OMC ha subrayado el repunte de las agresiones verbales y vejaciones, que suponen el 90 por ciento del total de los ataques frente al 10 por ciento restante, donde se dan lesiones físicas que han sufrido a la par hombres y mujeres.

En 2020, el 40 por ciento de las agresiones se han producido por discrepancia con la atención médica recibida, un 11 por ciento por la demora en el tiempo a ser atendido, un 10 por ciento por no estar de acuerdo con la receta prescrita, un 9 por ciento por disconformidad con el informe médico, y solo un 7 por ciento por causas relacionadas con la covid-19.

Sin embargo, el conjunto de los casos notificados a los colegios médicos ha bajado en 2020 respecto a 2019. De hecho el año pasado se comunicaron a estos colegios profesionales 441 casos, lo que supone un 35 por ciento menos que en 2019, cuando se dio la cifra más alta de los últimos diez años con 677 agresiones notificadas.

En cuanto a la tipología del agresor en 2020, el 52 por ciento son pacientes programados, seguidos de los no programados (25 por ciento) y los acompañantes (21 por ciento).

Y por edad, en los tramos menores de 60 años el perfil mayoritario es de hombres mientras que en el tramo superior a 60 años las mujeres son las principales agresoras.

Por comunidades, Andalucía es donde se registraron más agresiones (110 en 2020), seguida de Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana aunque si se atiende a la incidencia acumulada de agresiones, la tasa más alta se da en Cantabria y Extremadura, ambas con algo más de 4 casos por mil colegiados.