La investigación, el trabajo en equipos interdisciplinares, la innovación y la calidad en las terapias son claves en la asistencia oncológica, tanto ahora como en el futuro, han señalado a Efe expertos del Instituto Catalán de Oncología (ICO).

Estos aspectos han sido formulados, en conversación con Efe, por los oncólogos Maica Galán, directora asistencial del ICO Hospitalet, y Miguel Gil, gestor de conocimiento de las Unidades Funcionales de Atención Oncológica en este mismo centro.

"Estamos en un momento muy esperanzador en la asistencia oncohematológica. Desde hace años ha aumentando el porcentaje de curación en cáncer, más del 60 % (variable en función de la patología), y el tiempo de supervivencia, gracias a la investigación, que ha aportado nuevos tratamientos como las terapias dirigidas, y otros muchos por llegar", subraya Galán.

Esta especialista resume los cuatro pilares de la asistencia oncológica: investigación, trabajo interdispciplinar, innovación en modelos asistenciales y calidad en la atención a los pacientes.

Gil, por su parte, resalta: "El tratamiento del cáncer es multidisciplinar, con diferentes especialistas y diferentes tratamientos que se consensúan en los comités de tumores".

En esta dirección, prosigue Gil, "el ICO ha dado un paso más creando Unidades Funcionales con profesionales que visitan conjuntamente (oncohematólogos, paliatólogos, cirujanos, trabajo social, psicooncólogos, nutricionistas...) en un mismo espacio y tiempo".

Estas unidades, añade Gil, "consensúan el primer tratamiento, que es el más importante, para dar una información adecuada y homogénea al paciente".

El ICO tiene 10 unidades funcionales en cáncer: mama, ginecología, pulmón, cerebro, esofagogástrico, colorrectal, óseos y sarcomas, linfomas, cabeza y cuello y próstata, que suponen el 90 % de los tumores, y trabaja en la creación de otras unidades como mieloma o largos supervivientes oncológicos, otro de los retos en el horizonte 2030.

¿Qué papel juegan los pacientes en asistencia oncológica?

"El paciente tiene que participar, es parte activa de la decisión terapéutica, y para ello debe ser informado del tratamiento, sus posibilidades, los efectos secundarios, las secuelas", expone Gil.

Galán añade que, aunque la tecnología ha acompañado durante la pandemia y ayudará "a mejorar modelos y evolucionar", hay que encontrar el equilibrio "para no dejar de mirar a los ojos del paciente" y transmitirle no sólo el tratamiento, sino que se le va a acompañar durante todo el proceso.

Tanto Galán como Gil señalan que uno de los riesgos que puede conllevar la pandemia es el retraso diagnóstico en patologías oncohematológicas, por lo que los pacientes no deben dejar de consultar a sus áreas de atención si presentan sintomatología sugestiva.