Los pacientes inmunodeprimidos hospitalizados por covid-19 tienen un 60 % más de riesgo de muerte que quienes no tienen esta condición y también es mayor la probabilidad de complicaciones, según un estudio de la Sociedad Española de Medicina Interna (Semi).

Médicos internistas de la Semi han analizado los datos de 13.206 pacientes de la primera ola del coronavirus, entre ellos 2.111 con inmunodepresión -el 16 %- por ser trasplantados de órganos sólidos, tener cáncer de órgano sólido, leucemia o linfoma o recibir tratamiento inmunodepresor.

El estudio es el de mayor número de pacientes inmunodeprimidos, con cáncer y trasplantados con coronavirus analizado hasta el momento, lo han liderado las doctoras Isabel Perales Fraile e Inés Suárez García y se ha publicado en la revista "Plos One".

La tasa de mortalidad de los pacientes estudiados es "muy alta", del 31,3 % en inmunodeprimidos y 19,3 % en no inmunodeprimidos lo que -destaca la Semi en un comunicado- "refleja la situación sanitaria y la edad avanzada de los pacientes ingresados por COVID-19 en la primavera de 2020 en España".

Los pacientes con inmunodepresión tenían mayor edad, tabaquismo, más presencia de enfermedades crónicas (hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes mellitus, enfermedad hepática o renal) y mayor comorbilidad pero, tras ajustar los factores de riesgo, su mortalidad, frecuencia de complicaciones y duración de la estancia hospitalaria siguió siendo "significativamente mayor".

En concreto, los pacientes inmunodeprimidos tienen más probabilidad de desarrollar neumonía bacteriana, síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), insuficiencia cardiaca, miocarditis, tromboembolismo venoso y fallo multiorgánico.

La conclusión es que estos pacientes son una población vulnerable frente al coronavirus por lo que los investigadores aconsejan que sean "monitorizados de forma estrecha".

Desde la semana pasada pueden recibir en España una tercera dosis de la vacuna los pacientes en tratamiento con cáncer, con enfermedad oncohematológica en tratamiento de quimioterapia o radioterapia, que padezcan cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia, cáncer de pulmón en tratamiento de quimioterapia o inmunoterapia y patologías de base que requieran de tratamiento inmunosupresor.