Los 60 inmigrantes que viajan a bordo del barco Open Arms han podido avisar a sus familias, por vía telefónica, que se dirigen a Barcelona y la mayoría están ilusionados por una nueva vida en Europa.

El director de Open Arms, Òscar Camps, ha explicado hoy, en declaraciones a varias emisoras de radio, que los inmigrantes están más tranquilos conforme se alejan de las costas de Libia "porque les aterrorizaba que pudieran ser deportados allí".

Los miembros de la tripulación del Open Arms han colgado algunos tuits en los que explican la "centralita improvisada" que han montado con los teléfonos móviles cuando pasan por zonas de cobertura para que los inmigrantes, como S.B., de Guinea Conakry, pueda llamar a su familia.

"Después de tanto tiempo sin poder llamar a casa, escuchar su voz y que sepan que está bien es reconfortante. Y tenemos cola, mientras aguante la cobertura", explica la tripulación del barco de rescate, que tiene previsto arribar a Barcelona el próximo miércoles por la mañana.

El jefe de máquinas del Open Arms ha regalado a un niño de 9 años de República Centroafricana que viaja solo entre los inmigrantes rescatados de una patera a punto de naufragar una camiseta del FC Barcelona. "Ya sabe que vamos rumbo a Barcelona", ha escrito en Twitter.

La tripulación también ha difundido en las redes sociales algunas fotografías sobre cómo pasan las horas los inmigrantes a bordo del Open Arms, como la de una familia de Eritrea, que se entretiene jugando al parchís porque "son muchas las horas de viaje que les esperan hasta llegar al puerto de Barcelona".

En el barco viajan 60 inmigrantes, entre ellos cinco mujeres y cuatro menores, dos de ellos sin acompañante adulto.

En total, son ocho palestinos, ocho de Sudán del Sur, tres de Mali, cinco sirios, uno de Burkina Faso, otro de Costa de Marfil, cuatro eritreos, ocho egipcios, tres de República Centroafricana, dos de Camerún, dos etíopes, seis libios, ocho de Bangladesh y un guineano.

En un vídeo colgado en Twitter, Òscar Camps, ha denunciado un nuevo naufragio frente a las costas de Libia con otros 60 fallecidos.

"El 'Aquarius' en Marsella, el 'Lifeline' retenido en Malta, el 'Seaworld' que no puede salir de Malta, el Open Arms en dirección a Barcelona para dejar a 60 personas, y mientras tanto hoy han vuelto a morir naufragados 60 vidas más", ha denunciado Camps.

"Ya van más de 170 en 48 horas, esto es una vergüenza y espero que alguien exija responsabilidades por todo lo que está ocurriendo. Es absolutamente ilegal y está fuera del derecho marítimo actual", ha concluido Camps.