Alberto J.C., el joven de 26 años detenido anteayer por la muerte de Iván V.S, un hombre de 39 años el viernes en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio, pasará hoy jueves por la mañana a disposición judicial, han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

Además, han confirmado que no habrá nuevos arrestos, por lo que se desprende que el único autor material de la muerte de Iván sería Alberto. Y todo pese a que los últimos días tanto vecinos como el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, no descartaban nuevas detenciones, apuntando los rumores a posibles menores de edad que hubieran participado o encubierto el crimen.

Los agentes del grupo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Rivas Vacimadrid, quien se han hecho cargo de la investigación, registraron el martes por la tarde la casa del detenido con ayudas de guías caninos expertos en restos biológicos, en busca de ropa, calzado o pruebas que le podrían incriminar de lo ocurrido. También han tomado declaración a una decena de menores y a otros posibles testigos oculares.

Los hechos tuvieron lugar el viernes minutos después de las 20.30 horas cerca de la casa de la víctima. Todo comenzó con unas pintadas en una pared de la calle Frascuela de Velilla que supuestamente estaría realizando el fallecido cuando se topó con varios menores, con los que discutió, aunque fue luego con el mayor de edad ahora detenido con el que se enfrentó a golpes.

Sea como fuera, Iván recibió patadas y golpes por todo el cuerpo, incluso en la cabeza cuando quedó tendido en el suelo entre dos vehículos, lo que le provocó una fuerte conmoción cerebral. El herido fue trasladado en una ambulancia de Protección Civil del municipio al hospital de la Princesa de Madrid, donde ingresó en estado crítico. Entró en coma y domingo por la tarde falleció.

Según algunos vecinos, tanto víctima como el arrestado eran personas problemáticas y tenían entre ellas rencillas anteriores por culpa de los perros pitbull que Alberto paseaba en ocasiones sin correa. Acusan al detenido, al que apodan como 'El Sinsa', de meterse en peleas en el pueblo y de prácticas artes marciales.