El Hospital Clínico de Zaragoza ha abierto este lunes la carpa auxiliar de urgencias que se instaló en su aparcamiento en agosto con el objetivo de separar pacientes leves de enfermos o sospechosos de covid, por si la meseta actual se alarga o vuelven a aumentar los casos en invierno.

La carpa, que estará en funcionamiento de 8 a 21 horas, será atendida por dos médicos, dos enfermeras, un técnico auxiliar y un celador por turno, y se centrará en los pacientes con patologías médico-quirúrgicas de carácter leve, con un nivel de triaje 4 ó 5, ha explicado en rueda de prensa el gerente del Sector Zaragoza III, Ignacio Barrasa.

Se pone en marcha con tres objetivos: aumentar el espacio de urgencias del edificio para no mezclar a pacientes covid ya diagnosticados o a la espera de diagnóstico del resto, organizar mejor mientras se tramitan las camas y probar la funcionalidad de la instalación, los circuitos, y entrenar al personal por si se mantiene la situación actual de "meseta", aumentan los contagios con el invierno o se juntan con los de gripe.

La previsión es atender una media de 40 a 50 pacientes diarios, que serán derivados desde el espacio habitual de urgencias del centro.