Shiva Kewat vive en Sumela, una aldea en la India. Desde hace tres años, sufre un calvario cada vez que sale a la calle. Y es que siempre que abandona su casa le persigue una familia de cuervos.

El origen de todo está en el día en el que Shiva vio a un pequeño cuervo atrapado en una alambrada y decidio ayudarle. Intentaba liberar a la cría, pero al final el pequeño cuervo muere. No fue la culpa de Shiva, pero la familia de cuervos cree que sí, que él mató a su cría. Y de ahí que cada día vayan a recordárselo. Tanto es así que nuestro protagonista tiene que salir de casa todos los días con un palo para ahuyentarlos. 

"Murió en mis manos. Si pudiera explicarles que solo estaba intentando ayudar", contó Shiva Kewat a Times of India. "Solo agito el palo para espantarlos. Pobres, creen que maté a su cría".

Algunos encuentran divertidos estos ataques, pero otros los describen más bien como "aterradores". "Lo atacan como los aviones de combate acercándose a sus objetivos que se ven en las películas", comentó uno de sus vecinos.

El profesor Ashok Kumar Munjal estudia el comportamiento de las aves en la Universidad de Barkatullah, en Bhopal, y según el especialista los cuervos tienen una memoria muy buena y suelen recordar a los que les han hecho algún daño.