El confinamiento al que nos hemos visto obligados debido a la crisis sanitaria producida por el coronavirus tiene también aspectos positivos. La falta de libertad, el aislamiento social, ha sido siempre uno de los grandes impulsores de los cambios o de las mejores creaciones de la historia.

Precisamente, las bases de algunos de los descubrimientos más importantes de Isaac Newton, se desarrollaron en 1665, cuando la peste arrasaba Londres. Años antes, en otra de las múltiples plagas de la capital británica, en este caso en 1605, William Shakespeare escribió 'Macbeth' y el 'Rey Lear'. Todo durante la cuarentena. Y es de sobra conocido el caso de la creadora de Frankestein, Mary Shelley. La escritora logró su inspiración en el año 1816 en el denominado como “año sin verano”. Unos meses en los que la meteorología poco acorde a la época de año obligó a miles de personas a permanecer encerradas en sus hogares.

Pero no todos son casos afamados y populares. Hay muchas personas que propician su reclusión para encontrar la tan ansiada inspiración. Incluso existe un síndrome que, en algunos casos, se ha convertido en el método de búsqueda de la creatividad a través del aislamiento social: el Hikikomori. 

Las personas que sufren este síndrome se retiran completamente de la sociedad durante al menos seis meses y se recluyen en el hogar con el objetivo de evitar cualquier compromiso social, como la educación, el empleo y las amistades. Aunque se describió por primera vez en Japón e inicialmente se creía que estaba vinculado únicamente a la cultura japonesa, hay casos de Hikikomori reportados alrededor de todo el globo.

¿En qué consiste el síndrome de Hikikomori?

Ya sea durante unos meses o a lo largo de décadas, el paciente de Hikikomori busca evitar cualquier compromiso social, lo que le lleva a abandonar primero el empleo o los estudios, después cualquier actividad en sociedad y, finalmente, los amigos son la última puerta hacia la soledad.

Este comportamiento radical puede estar provocado por un hecho traumático o sin una causa clara, sin embargo, el 54% de los pacientes que desarrollaron progresivamente el síndrome tenían antecedentes psiquiátricos familiares.

Aunque todavía no se sabe que fue antes, Hikikomori o los trastornos psíquicos, lo cierto es la duración del retiro social suele ser mayor cuando el síndrome se relaciona con enfermedades mentales como:

• Los trastornos afectivos se relacionan con esta patología en el 74,5% de los casos.
• Las patologías psicóticas en el 34,7% de los pacientes.
• La ansiedad desarrolla esta vinculación con la enfermedad en un 22%.

Un desgaste difícil de recuperar en la vida del paciente de Hikikomori, cuyo perfil es el de un hombre joven de 36 años de edad, según el 73,8% de los casos estudiados, mientras que la edad media en las mujeres aumenta a los 51 años.