La futura ley de Formación Profesional (FP), que pasará mañana su primer trámite en el Consejo de Ministros, potencia la microformación y establece itinerarios formativos para estudiantes y trabajadores "a lo largo de la vida" para lo que crea cursos con titulación oficial de 50 horas.

Son algunas de las líneas maestras de esta nueva ley orgánica de FP, cuyo primer borrador articulado llevará este martes al Consejo de Ministros la titular de Educación, Isabel Celaá, quien ha anunciado que toda la Formación Profesional tendrá carácter dual, lo que refuerza la conexión con centros laborales.

La ley consolida en un solo sistema integrado la FP educativa y la FP para el empleo, creando un sistema formativo más dinámico y flexible.

El texto continúa el trabajo de transformación de la FP iniciado en 2018 por Celaá a su llegada al Gobierno y que la titular de Educación impulsó en la segunda legislatura socialista con el Plan de Modernización de la Formación Profesional, actualmente en pleno desarrollo.

Una apuesta personal de la Ministra por una FP "más moderna, flexible e innovadora", que "se anticipe a las necesidades del modelo productivo", porque ha advertido de que la FP en España no puede ser "la hermana pobre", sino una formación "fuerte".

En la nueva legislación todas las ofertas formativas tendrán carácter acreditable y se podrán acumular. De esta manera se permitirá a cada persona progresar en sus itinerario de formación y obtener acreditaciones, certificaciones y titulaciones con reconocimiento estatal y europeo.

Además, la futura ley pretende actualizar hasta el 80 % de las cualificaciones profesionales existentes y doblar el número de trabajadores formados en España, donde la mitad de su población activa (11 millones) no puede acreditar sus competencias profesionales, una de las peores tasas de Europa.

Según Educación, el 50 % de las oportunidades de empleo en la segunda mitad de esta década estarán reservadas para personas con cualificación intermedia (técnicos y técnicos superiores de formación profesional), y solo el 16 % de los empleos requerirán bajo nivel de cualificación.

La tasa de jóvenes matriculados en enseñanzas de FP en España es del 12 % frente al 29 % de la Unión Europea, a pesar de que la tasa de estudiantes se incrementó un 18,6 % (139.998) en los últimos cinco cursos y llegó en el 2019-2020 a 891.505 estudiantes. De ellos, el 55,3 (492.668 son hombres) y el 44,7 (398.837) mujeres. Un 70,2 % (625.749 ) estudió en centros públicos y el 29,8 % (265.756) en privados y concertados.

La nueva ley creará un nuevo cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de la Formación Profesional que garantizará la permanencia de los docentes cuya "extinción" fija la última reforma educativa al carecer de título universitario y que los sindicatos cifran en unos 20.000.

En este cuerpo estarán incluidas diez especialidades: Cocina y pastelería; Estética; Fabricación e instalación de carpintería y mueble; Mantenimiento de vehículos; Mecanizado y mantenimiento de máquinas; Patronaje y confección; Peluquería; Producción en artes gráficas; Servicios de restauración y Soldadura.

Según Celaá, son especialidades que "no tienen su contraparte en el ámbito universitario, pero que son imprescindibles para la Formación Profesional".