El ministro de Consumo, Alberto Garzón, teme que la pandemia ha podido empeorar los ratios e indicadores de la obesidad infantil porque el confinamiento ha podido aumentar el sedentarismo y el tiempo de los niños y jóvenes al frente de las pantallas y otras actividades que no requieren ejercicio físico.

Es una hipótesis de trabajo, según ha señalado el ministro en la rueda de prensa para explicar el convenio de colaboración entre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol.

Alberto Garzón ha recordado que al hablar de obesidad infantil se habla además de hábitos alimentarios de otros diarios, como ejercicio, y que la incapacidad de realizarlo puede llevar a un mayor sedentarismo y a dedicar mayor tiempo a actividades de ocio relacionados con la tele o los videojuegos.

El ministro ha mostrado su preocupación por la tendencia de la tasa de obesidad entre los más jóvenes, un problema complejo, ha dicho, que requiere un abordaje integral y soluciones de diferentes ámbitos de las administraciones publicas y de la sociedad civil y la científica.

Por eso, ha apostado por repensar las líneas de trabajo para afrontar este problema ya las cifras no bajan en las últimas décadas, y ha advertido de que lo que está en juego es la salud y de "no puede haber ningún otro criterio superior al de proteger a nuestros menores!.

"Ante un fenómeno complejo, hay soluciones y resistencias complejas, y estamos con mucha convicción a superar todas las resistencias que haya, porque estamos hablando de salud, de niños y niñas y de las personas más vulnerables", ha proseguido el ministro, que ha incidido en la relación entre pobreza y obesidad, como lo ha hecho Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation en Europa.

En el acuerdo suscrito se ahonda en la necesidad de proteger los derechos de los niños y niñas frente al uso del marketing y la publicidad de alimentos y bebidas que, según la evidencia científica, no favorecen un patrón dietético saludable.

Consumo ya ha expresado su voluntad de regular cierta publicidad de alimentos dirigida al público infantil y la de prohibir la de los productos que les perjudican a su salud porque, según Garzón, ésta "actúa como un vector de impulso para que los menores de edad y sus familias los consuman".

Y Garzón ya ha dicho este miércoles que no tendría sentido actuar en la publicidad de la tele y no con la que se ofrece en las redes a través por ejemplo de influencer. EFE