La financiación climática movilizada por los países que forman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aumentó un 21 por ciento en 2017 respecto al año anterior, según el informe 'Financiación climática proporcionada y movilizada por los países desarrollados en 2013-17', publicado este viernes por la organización multilateral.

Así, las últimas estimaciones de la OCDE indican que la financiación para el cambio climático pasó de 58.600 millones de dólares en 2016 (52.917 millones de euros) a 71.200 millones de dólares en 2017 (64.295 millones de euros).

En todo caso, el organismo señala que los totales no se pueden comparar directamente con años anteriores por las mejoras de datos y metodología relacionados con las finanzas privadas, la financiación climática proporcionada y movilizada por los países desarrollados en 2013-17 muestra que la tendencia general es al alza.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha señalado que el objetivo de alcanzar los 100.000 millones de dólares de financiación climática para 2020 "todavía se puede alcanzar" pero para ello considera que se debe "intensificar urgentemente" los esfuerzos para proporcionar financiación climática pública y mejorar su efectividad en la movilización de financiamiento privado.

El informe indica las estimaciones para las finanzas privadas movilizadas y los flujos públicos (las estimaciones sobre los flujos públicos ya se publicaron en noviembre de 2018) y muestra que la financiación pública para el clima está aumentando de nuevo, tras estancarse en 2015 y es, además, consistente con las proyeciones realizadas por la OCDE en 2016.

"Nuestras estimaciones para 2013-2017 muestran que los países desarrollados están progresando en la financiación climática y los indicios indican que esta tendencia al alza continuará. Los bancos multilaterales de desarrollo informan un aumento significativo en sus salidas de financiación climática en 2018, que analizaremos tan pronto como tengamos a su disposición sus datos a nivel de actividad", ha añadido Gurría.

En total, la financiación climática destinada a actividades de adaptación al cambio climático aumentó hasta 13.300 millones de dólares (12.010 millones de euros) en 2017 desde los 9.100 millones de dólares (8.217 en euros) en 2013, lo que significa que la adaptación ahora representa el 19 por ciento de la financiación climática total, dos puntos más que en 2013.

Mientras, las actividades para mitigación supusieron el 73 por ciento en 2017 frente al 76 por ciento de 2013 y el resto se destinó a otras actividades transversales.

Por otro lado, el informe de la OCDE estima que las donaciones fueron relativamente estables entre 2013 y 2017 y que las subvenciones constituyeron más de un tercio de las finanzas bilaterales y aproximadamente el 10 por ciento de las multilaterales, mientras que los préstamos representaron el 60 por ciento de las finanzas bilaterales y casi el 90 por ciento de las multilaterales.

La proporción de subvenciones en la financiación pública del clima en 2016-17 es mayor para los países menos adelantados (36%) y los pequeños estados insulares en desarrollo (54%) que para los países en desarrollo en su conjunto (24%).

La financiación climática privada se dirige a los proyectos climáticos movilizados por instrumentos públicos de financiación climática de los países desarrollados, lo que incluye inversiones en empresas, vehículos especiales, garantías de préstamos, líneas de crédito, sindicación de préstamos y esquemas de cofinanciación.

Esta cuestión de la financiación climática se discutirá en la Cumbre Climática convocada por la ONU durante la próxima semana en Nueva York, para impulsar las negociaciones de la Cumbre del Clima que se celebrará en noviembre en Santiago de Chile (COP25).