El expresidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) Roberto Fernández ha afirmado este lunes que la universidad española debe despolitizarse respecto a los intereses partidistas y contar con un modelo de consenso que sea aceptado de forma amplia para que dure.

Fernández, exrector de la Universidad de Lleida y catedrático de Historia Moderna, ha participado en el seminario online "Los futuros de la universidad, organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Toda ley orgánica educativa que se realice, ha apuntado Fernández, no debe hacerse por intereses de partido, sino que hay que buscar un consenso amplísimo de todo el arco parlamentario, que debe ser construido dejando de lado falsos problemas y acordando estrategias comunes.

Ha precisado que se debe poner a trabajar a la universidad, los gobiernos, las empresas y los sindicatos para conseguir un crecimiento económico inclusivo, sostenido, inteligente e integrador".

"Necesitamos más financiación para planes plurianuales que atiendan a las necesidades de cada universidad, sitúe los objetivos que cada una pretende señalar y permita una adecuada planificación estratégica, ha señalado.

Ha destacado la necesidad de una nueva ley orgánica de universidad, que debería tener una perspectiva reformista y de innovación y permitir que "los poderes en la universidad tengan más capacidad de gestión, con gente cualificada fuera de la influencia de los partidos políticos.

La universidad española, ha subrayado, tiene que sostener el estado de bienestar y el crecimiento económico acompañado del desarrollo social y territorial"; y "garantizar lo que ya está aquí: la sociedad del conocimiento, porque una universidad incapaz de afrontar su propio crecimiento corre el peligro de perder la nueva revolución económica.

En los últimos años, se ha vapuleado a la universidad española y se ha perdido un 24 % de la financiación pública, y es algo a reflexionar que el presupuesto del FC Barcelona, entidad privada, sea de 850 millones de euros, y el de todas las universidades públicas catalanas de 600; y en Madrid hay la misma situación, ha asegurado.

Fernández ha remarcado que la universidad no es propiedad de los universitarios, solo es propiedad de los ciudadanos, y desde esa visión se debe combatir el corporativismo que hay en una parte de las universidades públicas y sustituirlo por una actitud reformista proclive a la renovación y al cambio.

Además, ha apuntado que la universidad tampoco es del Gobierno, a pesar de que hay una tentación de los gobiernos autonómicos y de la nación de pensar que es suya y que deben hacer de la universidad un instrumento, no solo del bien común, sino con otros objetivos de tipo político, aunque la universidad sí que es responsabilidad del Estado. EFE.

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