El Gobierno Vasco ha vuelto a pedir a los países europeos una "mayor corresponsabilidad y compromiso" para atender a las personas que "viven procesos migratorios originados por el hambre y la guerra".

La consejera vasca de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, se ha referido en un comunicado a la situación que se vive en el buque de la ONG española Open Arms, que ha evacuado este lunes en Malta a 8 de los 159 inmigrantes que acogía desde hace doce días, según ha anunciado a Efe la jefa de misión Anabel Montes, quien ha advertido de que la situación anímica a bordo "pende de un hilo".

La embarcación humanitaria se encuentra a unas 29 millas de las costas de la isla italiana de Lampedusa (sur) pero no puede entrar en su puerto por la prohibición del ministro del Interior del país, Matteo Salvini, que amenaza con multas y la incautación de la nave.

La consejera vasca ha alertado de que no pueden ser solo unos pocos países o regiones quienes muestren su compromiso humanista -como ha hecho Euskadi al estar dispuesta a colaborar en la acogida de los migrantes-"mientras otros guardan silencio".

Ha recordado que desde hace más de un año el Gobierno Vasco así se lo ha dicho a la Comisión Europea y al Comité de las Regiones de la UE, pero "no hay una respuesta clara", ha lamentado.

"Las escenas de barcos a la deriva con personas sufriendo en su interior han de hacer pensar a quienes componemos la Unión Europea, Canadá o Estados Unidos", ha añadido Artolazabal.

Ha puesto de relieve que el Ejecutivo vasco ya hizo una propuesta migratoria llamada "Share" para el reparto de migrantes entre países europeos y comunidades autónomas en función de los ingresos fiscales, la población y el desempleo de cada zona, a la que expresaron su adhesión una veintena de gobiernos regionales europeos.

"Desde el Gobierno Vasco hemos propuesto reiteradamente en Bruselas iniciativas como el programa 'Share' y gobiernos subestatales y autonómicos europeos compartimos una serie de principios elementales de actuación que han de ser asumidos por los Estados", ha recalcado la consejera, que ha subrayado que Europa y todos los países avanzados han de "actuar en origen propiciando e impulsando la democracia y un desarrollo sostenible en esos países para que nadie haya de abandonar su tierra".