La actividad gripal continúa su descenso con lo que la epidemia se aproxima a su fin al registrar 57,48 casos por 100.000 habitantes, mientras que se han notificado 43 nuevas defunciones en casos graves hospitalizados.

Son datos del informe semanal del Sistema de Vigilancia de la Gripe del Instituto de Salud Carlos III, en el que se refleja que el nivel de intensidad es bajo en Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Melilla, Navarra, País Vasco y La Rioja y es basal, en el resto.

La difusión de la enfermedad es esporádica en Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Ceuta, Comunidad Valenciana, y Extremadura, en tanto que es local en Melilla y Navarra y epidémica, en el resto.

De las detecciones centinelas notificadas desde el inicio de la temporada hasta el momento, el 61 % son tipo B y el 39 % tipo A.

Esta semana se han contabilizado 43 nuevas defunciones en casos graves hospitalizados confirmados de gripe.

Desde el inicio de la temporada 2017-18 se han notificado 791 fallecimientos en dieciséis comunidades, el 52 % en hombres.

En concreto, 514 (65 %) están asociadas a virus B y 277 (35 %) al virus A.

La media de edad era de 82 años y en el 84 % de los casos eran mayores de 64 años, el 13 % entre 45 a 64 años y el 3 % al de menos de 44 años.

El 98 % presentaba factores de riesgo, el 53 % de los casos desarrolló una neumonía y el 29 % habían ingresado en UCI.

De los 680 casos pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 50 % no había sido vacunado.