El envejecimiento poblacional, el empeoramiento de la calidad del aire por el cambio climático y la COVID-19 y próximas pandemias serán los grandes retos de la neumología de aquí a 2030, si bien se esperan avances científicos que mejorarán la prevención y el tratamiento de enfermedades.

Así se desprende del estudio Proyecto Neumología H2030, una visión prospectiva de la salud respiratoria que este martes ha presentado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en colaboración con la Deusto Business School Health (DBSH).

El informe se ha realizado en plena pandemia de la COVID-19, enfermedad que ha ocupado y preocupado a miles de neumólogos españoles y cuya solución pasa por la vacunación masiva de la población.

Ante algunos recelos a las vacunas en una sociedad en la que en cambio se permite fumar, el presidente de SEPAR, Carlos A. Jiménez-Ruiz, ha subrayado que el tabaco es "mucho más peligroso" que los posibles efectos adversos raros de los sueros contra la COVID-19.

"Cada semana, el tabaco mata a más de mil españoles y se prevé que va a seguir causando mucha mortalidad en los próximos años, así que no cabe duda de que seguirá siendo un enorme problema de salud pública", ha destacado Jiménez-Ruiz en una conferencia telemática.

Por su parte, el doctor Carlos Egea, director del Comité de Calidad e Innovación de SEPAR, ha explicado los factores clave de la próxima década que identifica el Proyecto Neumología H2030.

Entre ellos, ha destacado la COVID-19 y las siguientes pandemias que previsiblemente llegarán, para lo que es necesario que los servicios asistenciales tengan "flexibilidad para extenderse o retraerse", con el fin de poder actuar en diferentes situaciones.

Otro de los factores será el envejecimiento poblacional, pues muchas enfermedades respiratorias llegan con la edad, aunque también estarán agravadas por otro elemento: la pérdida de calidad del aire por la contaminación y el cambio climático.

Egea ha remarcado que hay que "preparar" el sistema para el impacto "muy alto" del cambio climático en las enfermedades respiratorias, pues "la "probabilidad que mejore" este problema planetario "no es muy elevada".

Si bien existen factores que pueden empeorar las enfermedades respiratorias, también se espera que lo compensen la promoción de hábitos saludables, las políticas públicas contra el tabaco, los cambios en la gestión sanitaria y los avances científicos.

Según Egea, se prevé que en los próximos años mejoren los tratamientos de inmunoterapia con respecto a la quimioterapia en los cánceres, las técnicas diagnósticas de tumores o los dispositivos para tratar la apnea.

Además, las nuevas tecnologías de uso doméstico también han de servir, ha indicado, para recoger datos vitales de forma continua del paciente -a través del móvil u otros dispositivos- que permitan hacer un seguimiento a distancia, un elemento que se debería tener en cuenta en la reestructuración de los servicios de neumología.

En esta planificación de los servicios, Egea ha subrayado que las políticas deben ser menos "cortoplacistas" y más "constantes", al tiempo que es importante tener en cuenta la visión del paciente.

En la misma línea, el presidente de la federación española de asociaciones de pacientes con enfermedades respiratorias FENAER, Mariano Pastor, ha pedido que en la "inevitable transformación del modelo sanitario" es importante dar "poder" a los pacientes.

Por su parte, la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio Azcárraga, ha subrayado que este Proyecto Neumología H2030 "comparte valores clave como la planificación a largo plazo" y ha destacado que "es fundamental" la colaboración de las administraciones con sociedades científicas, para "caminar de forma coordinada".