Los inmigrantes rescatados hoy cuando intentaban llegar a las costas españolas ha descendido notablemente respecto a días pasados, y se han contabilizado en el Estrecho 123 personas en 12 pateras, aunque cientos continúan en varias instalaciones a la espera de los trámites de identificación.

De cifras como los 600 llegados el jueves a las costas andaluzas, los 800 del viernes, algunos incluso a puntos más alejados como Mallorca, Murcia o Alicante, o los más de 330 de ayer, se ha pasado hoy a poco más de un centenar, lo que podría aliviar algo los problemas para atenderles en los lugares habilitados como pabellones polideportivos en el Campo de Gibraltar o las instalaciones del puerto de Algeciras.

Las embarcaciones de Salvamento Marítimo Guardamar Concepción Arenal y Salvamar Arcturus han sido las encargadas de rescatar hoy a 123 inmigrantes, que han sido desembarcados en el puerto de Algeciras.

En este puerto hoy ya no quedan inmigrantes en ninguna de las embarcaciones de Salvamento, como ocurría en días anteriores, y todos han sido trasladados a la cercana localidad de Los Barrios, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Cádiz.

Más de 500 subsaharianos están instalados en el pabellón de Los Cortijillos de Los Barrios, otros 300 continúan en el polideportivo "Andrés Mateo" de Algeciras y 171 más en instalaciones del puerto algecireño.

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha lamentado hoy que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitase ayer esta localidad -donde negó que existiera colapso en el sistema de salvamento y acogida- para conocer el dispositivo de acogida de inmigrantes "sin habérselo notificado".

Landaluce ha reclamado "lealtad y colaboración entre todas las instituciones" para abordar la "crisis migratoria" que, "con especial crudeza", sufre desde junio el Estrecho de Gibraltar y, en especial, su municipio.

El alcalde ha recordado que "parte de las necesidades que deberían cubrir las administraciones" para afrontar la llegada diaria de cientos de inmigrantes "se está pagando con dinero de todos los algecireños", y ha destacado que agentes de la Policía Local y empleados de Servicios Sociales y Limpieza, así como voluntarios de Protección Civil, trabajan en este dispositivo.

"Los algecireños tenemos derecho a saber qué soluciones pretende dar el Gobierno a esta crisis sin precedentes que tiene colapsado todo el sistema policial y de asistencia social, qué va a hacer el Ministerio del Interior o en qué se van a invertir los millones de euros anunciados sin concreción alguna", ha añadido.

Otro dirigente popular, el presidente del PP de Cádiz y ex delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha acusado al ministro del Interior de situar a España, y en especial a la costa gaditana, en el punto de mira de las mafias de la inmigración por su "propaganda irresponsable".

En un comunicado, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de "electoralismo imprudente" y de provocar "un efecto llamada sin precedentes" en materia de inmigración por sus anuncios políticos "acelerados e improvisados".

También ha sido crítica con el ministro del Interior la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que ha insistido en que este cuerpo está "desbordado" en el Campo de Gibraltar para atender a los inmigrantes y luchar contra el narcotráfico.

Ha denunciado que la visita de Grande-Marlaska solo haya servido para dar "palmaditas en la espalda" a los agentes y no para aportar soluciones.

"No llegó el refuerzo de personal, llegó el problema con el aumento de llegada de pateras y la solución que encontró fue aumentar las horas de trabajo de los guardias. Pero ni aún así se da abasto", critica la asociación.

Igualmente, ha asegurado que en los espacios habilitados para inmigrantes, los agentes que prestan servicio lo hacen "en condiciones lamentables porque ni tienen aseos, ni agua se les ofrece".

La secretaria de Políticas Migratorias y Andaluces en el Exterior de los socialistas andaluces, Beatriz Rubiño, ha reclamado "un mayor esfuerzo e implicación" de la Unión Europea en políticas de cooperación en origen, para evitar que quienes se juegan la vida en el mar encuentren la muerte.