La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ha criticado hoy que "sorprendentemente" quede aún por lograr que no sea obligatorio para las personas sordas inmigrantes realizar una prueba de expresión oral y de comprensión auditiva para obtener la nacionalidad española.

Se trata de una "incongruencia" que ha recordado este jueves la presidenta de la CNSE, Concha Díaz, durante la presentación del "Estudio sobre la realidad de las personas sordas inmigrantes", aunque ha confiado en que la normativa de 2019 subsane esta situación.

Los exámenes escritos para obtener el diploma que acredita la capacidad del usuario respecto a la lengua castellana sí están traducidos a la lengua de signos española, ha comentado Díaz, que ha recordado que existe una web accesible en lengua de signos española y signos internacionales en la que se explican los trámites para obtener la nacionalidad española, incluyendo la preparación de las pruebas que se requieren.

Para dicha web se ha contado con "la inestimable colaboración" del Instituto Cervantes.

Según el informe de la CNSE, ocho de cada diez personas sordas e inmigrantes que viven en España se ha sentido discriminada por esas dos razones, especialmente en lo que respecta a temas laborales, administrativos y sanitarios.

La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, ha afirmado durante el acto que el informe permitirá "trabajar mejor" en las necesidades de estas personas que requieren "apoyos específicos".

"Es un colectivo doblemente vulnerable", ha reconocido Rumí, que se ha comprometido a "disminuir las trabas burocráticas" para este colectivo.

El estudio recuerda que más de siete millones de personas de más de 15 años declaran tener dificultades de audición en nuestro país (dato de 2007) y, de ellos, casi dos millones tienen pérdida auditiva que requiere un entorno adaptado; 73.000 son personas nacidas en el extranjero.

Para el informe, la CNSE ha recogido las respuestas de 63 personas sordas inmigrantes de once comunidades autónomas (30 hombres y 33 mujeres entre 22 y 59 años) y de 23 profesionales de CNSE.

El 89 % de los encuestados necesita ayuda en la comunicación con frecuencia y requieren el servicio de interpretación a la lengua de signos española.

Tienen un bajo nivel de estudios y solo cuatro de cada diez trabajan.

Además, tres de cada diez personas contestó no tener ningún ingreso personal y cinco de cada diez perciben menos de 800 euros mensuales.

Las mujeres sordas inmigrantes (algunas entrevistadas han sufrido violencia machista en su país) tienen mayores dificultades para la inclusión por condicionantes culturales o cuidado de familiares.

Contar con una red natural de apoyo, disponer de un mínimo de seguridad económica, el trabajo del tercer sector y que la Administración facilite información adaptada a las necesidades de estas personas sordas inmigrantes son algunas de las necesidades que concluye el informe.