Eslovaquia registra estos días los peores datos de contagio de coronavirus de toda la pandemia y se asoma ya al colapso en hospitales, razón por la cual el Gobierno no oculta que tiene entre sus opciones imponer un confinamiento domiciliario de tres semanas, similar al de la vecina Austria.

El primer ministro, Eduard Heger, reconoció el lunes que se estudia "intensamente" esta posibilidad, si bien los medios apuntan a discrepancias en el seno de la coalición. El Partido Libertad y Solidaridad, por ejemplo, aboga por esperar a ver si mejoran los datos con las restricciones que ya están en vigor.

La presidenta, Zuzana Caputová, también ha reconocido este martes, después de visitar un hospital, que la situación es límite y ha llamado a dejar trabajar a los expertos para que sean ellos quienes decidan el mejor camino a seguir para contener la COVID-19, informa el diario 'Pravda'. A su juicio, es momento ya de un confinamiento: "Estamos perdiendo la lucha contra la pandemia".

Eslovaquia arrastra la tercera peor tasa de vacunación de toda la Unión Europea, ya que apenas el 45 por ciento de su población tiene la tasa completa. La tasa de contagios per cápita es ya la peor del mundo y este martes las autoridades sanitarias han notificado 6.739 positivos más, hasta un total de 621.423 desde el inicio de la pandemia.

Al menos 13.985 enfermos han perdido la vida en este tiempo, 66 más que el lunes, y el país se acerca a los 3.200 ingresos por COVID-19, un límite que los expertos consideran crítico a nivel hospitalario. La cifra de pacientes en cuidados intensivos ronda los 300.