Las autoridades sanitarias de Corea del Sur han notificado este miércoles sendos récords de contagios diarios de coronavirus y enfermos graves, resultado de una nueva ola que ya ha llevado al Gobierno a estudiar la imposición de nuevas restricciones.

La Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur ha informado de 4.115 casos adicionales de COVID-19, lo que eleva el balance provisional hasta los 425.065. Al menos 3.362 personas han perdido la vida, 34 más que el martes, pero preocupa especialmente que haya ya 586 enfermos en estado grave, según la agencia de noticias Yonhap.

Corea del Sur comenzó a aliviar las restricciones el 1 de noviembre y planeaba pasar a una segunda etapa a mediados de diciembre, pero las autoridades ya han comenzado a advertir de una posible ralentización de la 'hoja de ruta' si persiste la tendencia actual. De hecho, el Gobierno busca fórmulas para aumentar el número de camas en hospitales, especialmente en el área metropolitana de Seúl.

La capital y sus alrededores albergan a la mitad de la población surcoreana y ya tienen ocupadas más del 83 por ciento de sus camas para pacientes graves. El primer ministro, Kim Boo Kyum, ha abogado por buscar medidas de apoyo que permitan que los pacientes con síntomas leves puedan recibir tratamiento en su propio domicilio.