Castilla-La Mancha ha registrado hasta ayer jueves 33 brotes activos con 321 casos confirmados de COVID-19, la gran mayoría asintomáticos y detectados en el contexto del estudio de contactos, y tan solo cinco pacientes han requerido hospitalización, un 1,5 por ciento.

Así lo ha señalado hoy el director general de Salud Pública, Juan Camacho, quien ha ofrecido una rueda de prensa para hacer un balance de datos de la última semana e informar sobre la situación de los brotes por coronavirus en la comunidad autónoma.

Desde el 30 de julio al 6 de agosto, ha precisado, la región ha confirmado 368 casos, una media de entre 52 y 53 diarios, y cuatro fallecidos en las cinco provincias, además de 46 pacientes hospitalizados en cama convencional y nueve en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que requieren respirador.

Con todo, Camacho ha subrayado que en el acumulado de los últimos siete y catorce días Castilla-La Mancha está "considerablemente por debajo" de la media nacional, con 15,3 y 26 contagios por cada 100.000 habitantes respectivamente, lo que lleva al Gobierno regional no a hacer un discurso "triunfalista" pero sí a ser "optimista" en cuanto al futuro.

Sin embargo, el director general ha reconocido que cada día se encuentran más brotes pero la preocupación en este sentido aún no está "al nivel de otras comunidades autónomas", y ha asegurado que en ningún caso se bajará la guardia en prevención, vigilancia y control de la pandemia.

De los 33 brotes, ocho pertenecen a la provincia de Albacete, 10 a la de Ciudad Real, tres a la de Cuenca, dos a Guadalajara y otros 10 a Toledo, así como hay más de 1.100 contactos que permanecen en seguimiento.

Asimismo, Camacho ha especificado que 21 de los 33 brotes son de ámbito familiar y 25 del total corresponden a brotes con 10 o menos casos confirmados, por lo que "en líneas generales son brotes de pequeño tamaño", ha resaltado.

Con respecto a la evolución de los brotes, el director general de Salud Pública ha indicado que tanto el de Socuéllamos (Ciudad Real) como el de Corral de Almaguer (Toledo), que han contabilizado un número considerable de casos, podrán ser declarados este sábado brotes inactivos pues ya llevan 13 días sin nuevos contagios.

Tanto en Socuéllamos como en el brote de Arroba de los Montes (Ciudad Real) -38 afectados y ninguno hospitalizado-, el Gobierno regional se ha visto obligado a tomar medidas más restrictivas con respecto a la actividad de los municipios, ha recordado Camacho.

También este jueves el Ejecutivo autonómico ha procedido al cese de la actividad de líneas de producción de dos industrias hortofrutícolas en dos municipios de Ciudad Real, Membrilla y Manzanares, al haberse detectado brotes de ámbito laboral en ambas localidades.

Por otro lado, el responsable regional de Salud Pública se ha referido al documento del Ministerio de Sanidad 'Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la COVID-19' que, ha apuntado, desde el 9 de julio ha servido de base para la actuación que ha llevado a cabo Castilla-La Mancha en la lucha contra el coronavirus.

En relación a la detección precoz, Camacho ha aseverado que los datos actuales no pueden compararse con los de marzo y abril porque en esos meses sólo se hacían pruebas PCR a los casos más graves y sin embargo ahora se realizan incluso a contactos, de manera que desde el 6 de julio al 6 de agosto se han realizado casi 58.000 PCR y TMA en la región, lo que supone unas 2.000 al día.

En cuanto a la vigilancia, ha destacado el "verdadero ejército de enfermeras de vigilancia epidemiológica" (427), los llamados rastreadores, con los que cuenta Castilla-La Mancha que ha estudiado y vigilado alrededor de 2.100 casos confirmados y más de 7.000 contactos.

Y en lo que respecta al control, el director general de Salud Pública ha recordado el cambio en el sistema de información en general y en el de los casos en residencias de mayores en particular que se pondrá en marcha este viernes. EFE

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