La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha destacado hoy que el acuerdo alcanzado este fin de semana en la UE sobre migración es "razonablemente satisfactorio", aunque ha insistido en la necesidad de alcanzar un "verdadero" sistema común de asilo y "compartir" la presión migratoria en la frontera.

Durante su comparecencia en el Congreso para explicar las líneas generales de su departamento, Calvo ha subrayado que con este acuerdo se ha logrado un "reforzamiento importante" de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y un aumento de 500 millones para el fondo fiduciario de África en los países de origen, que es "donde Europa tiene que hacer un gran trabajo de comprensión y de mejora".

También ha resaltado que refuerza "las disponibilidades humanas y económicas" de terceros países que colaboran en el control de la inmigración ilegal como es el caso de Marruecos, una cooperación que el Ejecutivo ha de "mejorar en todo lo posible".

La vicepresidenta ha reafirmado el compromiso de su Ejecutivo con los derechos humanos, que está decidido a "hacer compatible" con su pertenencia a Europa.

Y como "no hay defensa posible de las fronteras europeas al margen de los derechos humanos", el Gobierno ya trabaja en el II Plan de Derechos Humanos que su antecesor "dejó al abandono absoluto" y que remitirá a la Cámara para su debate.

Con todo, la vicepresidenta ha subrayado que España quiere estar en Europa "para hablar de cómo impulsar una política común, un verdadero sistema común de asilo" y de "cómo compartir" la presión migratoria en la frontera porque desde el Ejecutivo son "conscientes" de que continuará y quieren "encontrar salidas y soluciones" dentro de los "parámetros" de sus obligaciones legales.

En este sentido, ha reiterado que el Gobierno decidió "no mirar para otro lado" al acoger al buque Aquarius tras la negativa de Italia y Malta a abrir sus puertos crisis y ha destacado la "extraordinaria solvencia" en la gestión de la crisis por parte de ONG, la Generalitat y los distintos departamentos ministeriales.

"Fue un extraordinario ejemplo que obligó a mover ficha a otros países", ha concluido.