Un menor de 13 años permanece sin escolarizar por la disputa de sus progenitores, divorciados y residentes en dos comunidades -Asturias y Madrid-, en torno a su custodia, una cuestión que está pendiente de resolución judicial, según ha explicado a Efe el padre del adolescente.

La madre, que tiene la custodia del menor, matriculó a su hijo en un instituto de Madrid donde ambos vivían hasta que el pasado verano la Policía Nacional se personó en el domicilio alertada por unos vecinos y presentó una denuncia de oficio contra la progenitora por un caso de supuesta violencia en el ámbito doméstico.

A partir de ese momento, el menor se trasladó a vivir a Oviedo con su padre, que formalizó la matricula en el Instituto Aramo de la capital asturiana para que se incorporara a las aulas con normalidad en el curso 2018-2019.

El adolescente inició sus clases de Primero de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el instituto ovetense, el 14 de septiembre pasado, con el visto bueno de la Comisión de Escolarización Permanente, pero diez días después la Consejería de Educación del Principado dejó en suspenso su asistencia ante la negativa de la madre a dar la autorización para que continuara matriculado en Asturias.

El padre del menor, C.G., ha asegurado que la situación es insostenible, ya que actualmente está pendiente de que se resuelva el caso por las dos vías a las que han acudido: la vía civil en un juzgado de Toledo y la penal por la denuncia de oficio que se tramita en Madrid.

"A mi hijo se le margina sin ir a clase y no puede seguir en casa, no es tanto un problema de custodia que se resolverá en su momento, como de que tiene que estar escolarizado", ha asegurado el padre del menor.