La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han iniciado los trabajos para que la capital catalana sea candidata a acoger la nueva Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA, en sus siglas en inglés), creada por la Comisión Europea a raíz de la COVID-19.

El pasado noviembre, la CE impulsó esta nueva agencia con la previsión de que entre en funcionamiento en 2023 y de que sirva para fortalecer la coordinación dentro de la UE ante grandes emergencias sanitarias transfronterizas.

Según han informado a Efe fuentes del Departamento de Salud, la semana pasada la consellera de Salud, Alba Vergés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acordaron dar impulso a la candidatura e iniciar el proceso para presentarla ante la Comisión Europea.

Para ello, se creará un grupo de trabajo entre la Generalitat y el consistorio que elaborará la propuesta y recogerá adhesiones de otras administraciones públicas y de entidades de investigación.

La consellera Vergés y el titular de Asuntos Exteriores de la Generalitat, Bernat Solé, han transmitido a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y a la de Exteriores, Arancha González Laya, respectivamente, la intención de que Barcelona aspire a acoger la HERA.

Durante una visita a la prueba piloto de vacunación en la Fira de Barcelona, Vergés ha destacado que Barcelona y Cataluña "quieren concursar con toda la potencia", poniendo en valor un sistema sanitario "fuerte" y un entorno de empresas y centros de investigación relacionados con las ciencias de la vida y de la salud.

Por su parte, Colau ha destacado que Barcelona "está muy bien posicionada" y ha manifestado su "plena confianza" en la ciudad porque goza de unas condiciones "inmejorables" para acoger este tipo de agencia.

De materializarse esta candidatura, será el segundo intento de Barcelona en pocos años de albergar una institución comunitaria en materia sanitaria.

El pasado 2017, poco después del referéndum unilateral de independencia, Barcelona cayó eliminada en la primera ronda de las votaciones para escoger la nueva ubicación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que tenía que dejar Londres como consecuencia del Brexit y que finalmente se instaló en Ámsterdam.