La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que llevará a los tribunales "y a todas las instancias donde sea necesario" la defensa del derecho de libertad de educación y que lo acompañará de una reforma que presentará en la asamblea para mejorar la calidad de la enseñanza.

Ayuso ha hecho estos anuncios durante su participación este domingo en la manifestación que se ha celebrado en Madrid en contra del proyecto de ley educativa LOMLOE, conocida como ley Celaá, aprobada el pasado jueves en el Congreso.

"Nos manifestamos en contra de esta ley que nace muerta y que es una contrarreforma sin sentido", ha declarado Ayuso, que ha acusado al PSOE de querer "deshacer todo lo que han hecho los gobiernos anteriores sólo con tintes políticos" y de haberse "saltado" el consenso y el pacto de estado por la educación que prometían en su programa.

Para la presidenta "Madrid y España necesitan unidad y esta ley va justo en sentido contrario", a la vez que ha asegurado que su Gobierno seguirá garantizando a las familias la posibilidad de elegir la educación que prefieren para sus hijos, en especial aquellos que presenten algún problema de discapacidad y necesitan centros especiales "que se pretenden ir diluyendo por mezquindad o por desconocimiento."

"El PP de Madrid va a presentar una ley en la asamblea para blindar la libertad de elección de las familias", ha anunciado la presidenta y ha indicado su intención de promover una reforma educativa "en sentido contrario" a la ley del Gobierno socialista, que se elaborará con profesores y familias con el objetivo de "mejorar la calidad de la enseñanza".

Ayuso también ha anunciado que en los próximos días se desplazará a Cataluña "por cuarta vez en un año" para apoyar a las familias, a los autónomos, a los empresarios y a todos los españoles de aquella Comunidad "que no van a dejar de serlo por mucho que lo pretendan".

Según Ayuso nadie desea que a sus hijos "les regalen los aprobados porque sí" y ha asegurado que no conoce tampoco familias que "quieran, por ser españoles, ser expulsadas de su propia tierra, de su país" solo porque quieran que sus hijos "sigan aprendiendo en español".