La mitad de los jóvenes atendidos en los programas de empleo de Cruz Roja no ha finalizado el primer ciclo de enseñanza secundaria (ESO) y uno de cada tres vive en hogares donde nadie trabaja.

Es el perfil de los jóvenes que están inscritos en el programa estatal de Garantía Juvenil, al que se han incorporado 22.700 personas de entre 16 y 30 años desde 2016 y que, en este año y medio, ha ayudado a más de 10.000 participantes a conseguir un trabajo.

El Plan de Empleo de Cruz Roja desarrolla iniciativas dirigidas a jóvenes, a los que proporcionan posibilidades ocupacionales, mediante acciones de motivación y activación hacia el retorno del sistema educativo.

Está vinculado al Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), cofinanciado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y el Fondo Social Europeo, que nació en 2016 con el objetivo de paliar las cifras de paro juvenil, que oscilan el 30 %.

Durante la presentación de los resultados de este programa, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha destacado la importancia de la formación a lo largo de toda la vida laboral para adaptarse a las nuevas formas de trabajo.

Ha elogiado a los jóvenes participantes en el programa que, "con esfuerzo y sacrificio" han conseguido un empleo o una formación y ha subrayado que "España no puede permitirse el lujo de perderos por el camino".

"Os necesitamos porque está habiendo un envejecimiento enorme de la población y unas cifras de natalidad muy bajas y necesitamos que os incorporéis al mercado laboral, a un trabajo digno porque no valen los trabajadores pobres", ha subrayado.

En este sentido, Valerio ha abogado por un trabajo seguro, inclusivo, en el que no se discrimine a las personas que vienen de otros países. "Un trabajo decente", ha resumido.

Por su parte, el presidente Nacional de Cruz Roja, Javier Senent, ha agradecido la labor de las 4.000 empresas que colaboran con este proyecto y a los empresarios "que portan experiencia y conocimiento" a los jóvenes.