El Gobierno de Aragón ha autorizado a partir de la medianoche del próximo viernes la apertura de todos los establecimientos públicos, incluido el ocio nocturno, al máximo que marcan sus respectivas licencias municipales, y con aforo total, con la excepción de la localidad de Caspe (Zaragoza).

La decisión, comunicada este martes en rueda de prensa por la consejera de Sanidad, Sira Repollés, se basa en la evolución favorable de los indicadores de la pandemia de covid-19, que sitúan a Aragón en nivel uno de alerta sanitaria, modulado a la baja.

La incidencia en Aragón a siete días se sitúa a 27,8 casos por 100.000 habitantes y en 54,99 a catorce días, y aunque se ha registrado un leve repunte este martes, con 87 casos, las autoridades sanitarias aragonesas consideran que la comunidad ya se ha instalado en una situación de "seminormalidad" apoyada por el nivel de vacunación y por el mantenimiento de las medidas higiénicas, tales como la mascarilla, la distancia social y la higiene de manos.

Repollés, que ha dado por concluida la sexta onda pandémica en Aragón, ha detallado que se recuperan los aforos al cien por cien en todos los ámbitos, así como los horarios habituales de cada establecimiento, y ya no hay limitación en el número de comensales que se pueden sentar en una mesa, tanto en el interior como en el exterior de los bares y restaurantes.

Se elimina la limitación de personas permitidas en agrupaciones sociales (que estaba en treinta) y, en el ámbito de la hostelería, se permite el uso de las barras y de las pistas de baile.

Para los eventos que la participación prevista supere las mil personas en el interior y las dos mil en el exterior se requiere no obstante la elaboración de un plan de actuación y contingencia con medidas de prevención y control.

Medidas que cambian la forma de gestionar una pandemia por una enfermedad con la que, según ha advertido la consejera, habrá que convivir "mucho tiempo", con un "carrusel de subidas y bajadas" pero que ya no van a derivar, según Repollés, en mortalidad ni en situaciones hospitalarias comprometidas.

Este cambio en la gestión ya no implica restricciones de horarios y aforos, sino una "incentivación" de la vacunación en las personas que aún son reacias, a pesar de que ya el 80,5 por ciento de la población aragonesa susceptible de vacunarse cuenta con las dos dosis y el 90,6 % con una.

El Gobierno de Aragón, además, hace un recomendación a los establecimientos para que, basándose en el derecho de admisión, solicite el pasaporte covid a sus clientes, para incrementar la seguridad.

El director general de Salud Pública, Francis Falo, ha recordado que hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón no se pronuncie sobre esta medida no se puede hacer obligatoria, pero ha recomendado "vivamente" a los establecimientos públicos que lo soliciten.