Las Ampas de escuelas donde estudian los hijos de los políticos independentistas presos y huidos al extranjero han firmado un manifiesto en el que exigen su libertad, ya que, en su opinión, "se están vulnerando los derechos fundamentales de estos niños al privarles de sus padres".

En el "Manifiesto por la Libertad", los firmantes denuncian que "estamos hablando de niños, niñas y adolescentes, a quienes han roto el vínculo más importante de su vida, la compañía y el amor presencial de sus padres".

Los firmantes denuncian que estos niños estén obligados a "viajar miles de kilómetros para compartir breves ratos detrás de un vidrio frío, a no disfrutar de un beso de buenas noches o una sonrisa de buen día".

También añaden que son niños obligados a vivir "sin las complicidades y gestos íntimos más cotidianos, por el simple hecho de ser hijos e hijas de alguien que se ha comprometido con la democracia y la libertad".

"Ningún menor en una sociedad avanzada, democrática y que quiera ser justa debe verse privado de poder desarrollarse como persona, ni debe estar lejos de su madre o su padre por motivos políticos", se afirma en el manifiesto.

Por ello, en el texto añaden que "los madres y padres, de la mano de los centros educativos, exigimos que estos menores disfruten plenamente de su infancia y de sus derechos" y afirman que "nos unimos para transmitir todo nuestro apoyo, calor y solidaridad a todas estas familias con quien nos sentimos tan cercanas".

"Para estos niños y adolescentes, para sus familias y porque queremos una sociedad libre, justa y democrática: presos y presas, exiliados y exiliadas, los queremos en casa, con sus familias, a nuestro lado", concluye el manifiesto.

Las Ampas firmantes del manifiesto pertenecen a las escuelas El AVET de Terrassa, Projecte de Barcelona, Sadako de Barcelona, Verd de Girona y Vedruna Escorial de Vic.

Además, dan apoyo el manifiesto las familias de las escuelas Catalunya de Sant Cugat del Vallès, La Inmaculada de Sant Vicenç dels Horts, la guardería Petit Mamut de Sant Vicenç dels Horts, y de las escuelas Súnion y Arc Iris de Barcelona y Les Escoles de Gurb. EFE.