El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, ha pedido en el Senado humildad para reconocer que la pobreza infantil no la ha generado la covid, sino que estaba ya enquistada, y ha invitado a alcanzar un gran acuerdo para revertirla "como mínimo, en una década".

Durante su comparecencia ante la Comisión de Derechos de la Familia, la Infancia y la Adolescencia, Gasco también se ha referido a la llegada de migrantes a Ceuta en las últimas horas y ha deseado "la más pronta normalización" de la situación en la ciudad autónoma.

"Es el momento de proteger Ceuta para que recupere la normalidad y después poder afrontar las situaciones humanitarias que se generen", ha aseverado el Alto Comisionado.

En su primera comparecencia ante esta Comisión de la Cámara Alta, Gasco ha detallado las líneas generales de actuación de la institución y ha advertido de que la pobreza infantil "no se soluciona en dos o tres años", sino que se trata de "un camino largo" que requiere de un gran acuerdo de todos.

Ha destacado la incidencia en la lucha contra la pobreza infantil que está teniendo el Ingreso Mínimo Vital, que ha alcanzado a 680.000 personas, de los que 276.000 son niños.

"El ingreso mínimo vital tiene desde su origen una clara perspectiva de infancia, el 61 % de esos 260.000 hogares que lo perciben tienen hijos e hijas; del total de personas que lo perciben, un 40 % son menores".

Además ha incidido en que "un 28 % de los hogares que perciben el ingreso son familias monomarentales".

"La pobreza infantil no es coyuntural, debemos reconocer la desigualdad que el propio sistema genera y que es un tema estructural del conjunto de país", ha señalado Gasco, quien ha recordado que hay más de 300.000 niños en riesgo de pobreza en el área metropolitana de Madrid y otros 100.000 en la de Barcelona.

Respecto a este ingreso se ha mostrado partidario de hacer seguimiento con periodicidad para que "llegue al que realmente lo necesita" y excluya a aquellas familias que ya han mejorado sus ingresos.