Sophie Muller, como representante en España de Acnur, el Alto Comisionado de Nacionales Unidas para los Refugiados, ha recibido este jueves en la Universidad Pública de Navarra el Premio Internacional Jaime Brunet a los Derechos Humanos concedido a esta entidad, acto en el que ha apelado a la sociedad civil y recriminado que haya quienes pretendan crear "miedo e intolerancia" hacia estas personas.

Muller ha recogido el premio, dotado con 36.000 euros, una escultura y un diploma, de manos de la presidenta de honor de la Fundación Jaime Brunet y presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el presidente del Parlamento Foral, Unai Hualde; y el rector de la Universidad, Ramón Gonzalo.

Y en su intervención ha criticado también los intentos que se suceden en algunos países, entre ellos en España, por estigmatizar a los menores refugiados y desplazados, cuando la responsabilidad legal es atenderles, ha recordado.

Muller ha reconocido, sin embargo, que el derecho de asilo puede ser una carga onerosa para algunos países y por eso ha hecho un llamamiento a la solidaridad internacional y a la sociedad civil para dar a estas personas "soluciones estables", punto en el que ha agradecido la existencia de programas de patrocinio comunitario como hay en Navarra.

Meritxell Batet ha subrayado, por su parte, su "convicción personal y política" en la defensa de los derechos humanos, ha defendido la liberad de expresión en el debate político aunque en ocasiones produzca "escándalo" lo que se escucha y ha apostado por mantener la exigencia en torno a los valores constitucionales que vertebran la sociedad.

Además de Acnur han sido distinguidas dos tesis doctorales sobre "Los pueblos indígenas y la protección de sus convicciones religiosas ante conflictos de acaparamiento de tierras y aguas" y sobre "Vulneraciones y acceso a los sistemas de protección de los derechos de la niñez y adolescencia inmigrante no acompañada en España y El Salvador".

También se han entregado tres ayudas de 10.000 euros por la labor humanitaria realizada durante la pandemia con personas necesitadas a la Fundación Gizakia Herritar (por el proyecto de comedor solidario París 365), Auxiliares del Buen Pastor-Villa Teresita y la Asociación Teléfono de la Esperanza.