El 3,6% de la población necesita apoyos para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria, pero la pandemia ha retrasado todavía más el Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia (SAAD). Concepción tiene 75 años y una enfermedad degenerativa. Su hija Trinidad solicitó la prestación por dependencia en 2018 y a día de hoy no la ha cobrado. “La solicitamos sabiendo que había un año de retraso hasta que nos pudieran hacer la primera entrevista, pero ese año se ha convertido en casi tres”, confiesa. El tiempo de espera es aún mayor si quieres optar a un centro público. Esta familia ha tenido que hacer uso de una residencia privada, sin la ayuda correspondiente.

¿Cuáles son las causas de estos retrasos?

“Los trabajadores sociales nos dicen que no les han abierto las agendas para el mes de agosto. Están llamando todavía a los de la primera semana de mayo”, asegura Trinidad. Otros factores son la esperanza de vida y el acceso de personas más jóvenes a este tipo de servicios. “Cada vez es más gente la que se anima a solicitar dependencia porque ha habido un cambio en la estructura familiar. Antes era la mujer la cuidadora y dejaba sus responsabilidades a un lado. Pero ahora no. Ahora tienen sus trabajos y necesitan ayudas”, explica a COPE Laura Pérez, trabajadora social de un centro de día en Tetuán, Madrid. El rango de edad de las personas que solicitan dependencia cada vez es menor. Pérez asegura que hay muchas personas de alrededor de 65 años en su centro, con deterioro cognitivo y patologías con una gran dependencia.

La pandemia ha retrasado aún más los tiempos en las listas de espera. Pero, dependiendo del recurso y del servicio que se vaya a tramitar, se esperan más o menos meses. Las listas de espera en las residencias se han agilizado porque se han dejado plazas libres debido a las muertes de COVID-19. Sin embargo, en los centros de día o en las ayudas a domicilio se han demorado los tiempos de espera. Además, hay muchas diferencias entre comunidades. Cataluña, Aragón, Madrid y La Rioja no han conseguido mantener este año el número de beneficiarios de la prestación. España no llega a la media europea. Ha cambiado la concepción de abandono de las residencias y la saturación es real. Las familias tienen limitaciones y buscan apoyos y cuidados más profesionales con los familiares. En noviembre se cumplirán 15 años de la aprobación de la Ley de la Dependencia, con aún 373.000 expedientes por resolver.