Se trata del asfaltado de los caminos Camí Vora Riu, en la zona del Termet de la Mare de Déu de Gràcia; Camí Vell de Borriana, ubicado en la zona de Solades, y el Camí Sedeny Pinella, localizado en el área homónima. Sus presupuestos son de 26.854, 28.754 y 23.370 euros respectivamente con IVA incluido. Unos trabajos que, aunque necesarios, el alcalde, José Benlloch, considera insuficientes e injustos, ya que “Vila-real merece mucho más que 78.978 euros para arreglar tres caminos, si se tiene en cuenta todo lo que aporta a la Diputación”. Un ente que “genera a los municipios una inseguridad jurídica del siglo XIX y de juzgado de guardia”, en palabras del primer edil, que apunta que el presidente de la Diputación, Javier Moliner, “sabe que esta legislatura no es la anterior y que en estos momentos su equipo de gobierno dirige una provincia donde los ciudadanos no les han votado de manera mayoritaria y por eso necesitan politizar cada acción que realizan, trabajando de manera arbitraria y pensando únicamente en base a sus caprichos”. Benlloch reitera que el pleno de la Diputación aprobó y publicó las bases, consultables en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el 23 de enero de 2016, en las que “deja fuera a ocho municipios de más de 20.000 habitantes”. “Ninguna Diputación actúa así en otras provincias y resulta insultante la cantidad que se ha conseguido que llegue a Vila-real, pero es dinero del pueblo y lo vamos a utilizar para reparar estos tres viales”, señala el primer edil, “pero no por ello vamos a aplaudir al actual gobierno”, concluye.