El Palau de la Generalitat ha acogido este domingo el último acto oficial de despedida al escritor valenciano Franciso Brines, fallecido el pasado jueves a los 89 años, y que ha servido para dar un último abrazo al poeta mediterráneo de la tolerancia y de las emociones.

El Salón Dorado del Palau ha acogido entre las 10 y las 13 horas la capilla ardiente del último premio Cervantes, y el primero con el que cuentan las letras valencianas, aunque previamente, sobre las 9.15 horas, se ha celebrado un acto íntimo en el mismo edificio con familiares y autoridades.

Brines falleció la noche del jueves en el hospital de Gandía, donde fue ingresado la semana pasada, un día después de recibir el Premio Cervantes de 2020 de manos de los reyes en su finca familiar y residencial Elca, en su localidad natal de Oliva (Valencia).

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado que la figura de Brines es "una referencia española, europea y universal", ya que su poesía nace "de los sentimientos y de la razones que nos unen a la humanidad".

"Hoy, desde el sentimiento y el afecto, y desde la tristeza, queremos decir claramente que la vida es un paréntesis entre dos nadas, pero Brines no nos ha dejado la nada, sino que nos ha dejado un espacio común de amor, de ternura, de sentimiento y de pasión por la vida", ha destacado.

El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, por su parte, ha valorado que las instituciones "reconozcan a los hombres y a las mujeres que siembran inteligencia y belleza", como lo hizo Francisco Brines, de quien ha destacado que fue "un representante insigne de la generación de los 50".

El cuerpo de Brines ha sido recibido a las puertas del Palau por los familiares del poeta; el president de la Generalitat y el ministro de Cultura, entre otras autoridades, como el presidente de Les Corts, Enric Morera, o la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero.

El féretro ha sido trasladado al interior del edificio, donde se ha celebrado un acto de homenaje al poeta, consistente en un recital de poesía, y posteriormente, sobre las 10.30 se ha abierto al público la capilla ardiente del poeta.

Los primeros en entrar han sido algunos amigos íntimos de Francisco Brines, como Juan Pablo Zapater, quien lo conocía desde hacía 40 años y lo consideraba un maestro, o José Antonio Cañada y Esperanza Blasco, quienes han compartido multitud de viajes con él desde hace 20 años.

"Se nos ha ido una persona irrepetible, no solo como literato y poeta, sino humanamente. Pocas personas han tenido sentimientos tan nobles y humanos como él", ha afirmado Blasco, quien ha lamentado que la hospitalización del poeta les impidiera celebrar el encuentro que tenían previsto al día siguiente de que recibiera el Premio Cervantes.

Al acto también ha asistido su gran amigo, el escritor Fernando Delgado, quien ha destacado que la vida y obra de Brines han estado muy vinculadas al territorio valenciano y a su paisaje, así como el poeta Marc Granell, que le recuerda como un maestro de la poesía pero también "de vida y amor por la vida y por los demás".

La capilla se ha cerrado a las 13 horas, cuando el féretro ha sido despedido con aplausos del Palau de la Generalitat, aunque las puertas del edificio estarán abiertas hasta las 14.30 horas para aquellos que quieran firmar en el libro de condolencias.

Con este acto se cierra un fin de semana de homenaje institucional Brines, que también fue académico de la Real Academia Española (RAE) y galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Literatura, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Nacional de la Crítica.

El Consell decretó el viernes tres días de luto oficial en señal de duelo por la muerte de Brines, y lo mismo hizo el Ayuntamiento de Oliva, que este sábado acogió la capilla ardiente del poeta, por la que pasaron muchos de sus amigos y vecinos, así como multitud de representantes del mundo de la cultura.

Francisco Brines será enterrado en el cementerio de Valencia, donde se encuentra el panteón familiar con los restos de sus padres.